Las impresiones son un alimento

Las impresiones son un alimento importantísimo, y en nuestro estado corriente estamos famélicos de impresiones. Tenemos demasiadas impresiones, pero no podemos digerirlas.

Por lo general, un hombre tiene suficientes carbonos para la vida normal corriente, y puede haber incluso una reserva de Carbono 12. Esto no significa que tengamos que producir Carbono 12; debemos traerlo de una parte de la máquina a otra parte: y esto significa esfuerzo especial. No sabremos que lo estamos haciendo, pero, al hacer este esfuerzo especial, traeremos Carbono 12 de un lugar a otro. Pero, por supuesto, si en el cuerpo no hay bastante, no podremos traerlo allí. Si usted tiene dinero, puede ponerlo en un bolsillo u otro, pero si no lo tiene, no puede: es absolutamente simple.

Las impresiones son un alimento

El primer choque consciente es recordarse, junto con todo lo que se le aconsejó que haga desde el principio, esto es, observarse, no identificarse, etc. Todo es parte de este esfuerzo especial.

El segundo choque consciente que cambia el carácter de la fábrica es la transformación de las emociones negativas en emociones positivas. Esto sólo es posible con largo trabajo sobre el recuerdo de sí, cuando usted puede estar consciente durante largo tiempo, y cuando el centro emocional superior empieza a trabajar. Esto es lo que nos lleva al estado del hombre nº 5, de modo que está muy lejos de lo que somos ahora. Mi 12, combinado con un esfuerzo especial, puede producir una emoción positiva.

Para producir resultados completos deben recibirse ciertamente choques, pero cuando el primer choque es suficientemente fuerte, ya produce ciertos resultados. Pero, de hecho, por lo general trabajan juntos, porque desde el principio mismo debemos aprender a no expresar las emociones negativas, y esto es ya trabajo sobre el segundo choque consciente. El primer choque está en la naturaleza del recuerdo de sí, y luego produce la lucha con las emociones negativas, de modo que, después de algún tiempo, uno trabaja realmente sobre ambos. Cuanto más resultado obtenga en uno, más ha de trabajar sobre el otro. Esto explica otro principio con el que nos encontramos en el sistema: que cuanto más uno hace, más se espera de uno. Lo mismo ocurre con el Diagrama de los Alimentos: cuando más uno trata de trabajar sobre el recuerdo de sí, más deberá poder controlar las emociones negativas, con la idea de ser capaz, en el futuro, de transformar las emociones negativas en emociones positivas. Pero esto está muy lejos, porque uno ha de tener una gran cantidad de material creado para recordarse. De igual forma, los dos choques están conectados y, en un sentido, uno no podrá trabajar sin el otro.

Los ejemplos prácticos están en el Diagrama de Alimentos. Debe tratar de hallar cosas análogas en sus propias acciones. El primer choque lo provee la naturaleza con el aire que ingresa. Pero, en el segundo intervalo, la naturaleza no provee ningún choque, y éste deberá ser provisto por el recuerdo de sí. Asimismo, en el tercer intervalo, no se provee ningún choque, y éste debe darse exactamente del mismo modo que hemos estado hablando: transformando las emociones negativas en positivas, producidas por la no identificación.

El primer choque consciente prepara para el segundo, y el segundo prepara para el primero. Todo esto es simultáneo, y no se pasa del uno al otro.

Los choques requieren esfuerzo, pero no son necesariamente desagradables. Por el contrario, en el momento de este esfuerzo, con la entrada de nueva energía, uno puede ser sorprendido muy agradablemente.

El esfuerzo para controlar la atención puede actuar como el primer choque consciente, pero no basta para llevar el Carbono 12 al do 48. Debe haber recuerdo de sí: en realidad, recuerdo de sí conectado con observación de si: dos actividades. Esto es lo que hace a la consciencia. Uno trata de ser más consciente de uno mismo y del propio ambiente: de todo.

El Carbono 12 puede tener muchas manifestaciones diferentes, pero generalmente hablamos de él en relación con las impresiones. Probablemente, es alguna energía del centro emocional. Pero lo importante no es la fuente. Lo importante es cómo traerlo. Qué es y de dónde proviene, no interesa, porque no lo vemos, no sabemos dónde está este lugar. Normalmente, el Carbono 12 proviene del centro emocional, y el Hidrógeno 12 es la materia con la cual el centro emocional ha de trabajar. Las impresiones ingresan como Oxígeno 48, pero sucede que, exactamente en el lugar donde las impresiones pueden ser asimiladas, no hay Carbono 12, o sólo un poco. De modo que debemos traerlo allí mediante un esfuerzo especial, y este esfuerzo es recuerdo de sí y observación de sí. De modo que el método es importante, no la fuente. La observación intensificada producida por el recuerdo de sí tiene siempre un elemento emocional. Cuando usted se recuerda, lleva el Carbono 12 al lugar correcto, y éste puede transformar las impresiones.

Hablo en este lenguaje porque usted formuló su pregunta en este lenguaje, pero esto puede ser observado psicológicamente. Las impresiones ingresan y usted no las siente, lo cual significa que llegan y no siguen. Pero usted puede hacer un esfuerzo para recordarse, y entonces empieza a notar cosas. Esto significa que las impresiones se conviertan en 24. La ausencia de Carbono 12 en el lugar necesario significa que no somos lo bastante emocionales. Mediante el recuerdo de sí, traemos un elemento emocional a ese lugar en particular.

Los músculos son alimentados con sangre 96, pero las células cerebrales son alimentadas por sangre 24, y algunas células nerviosas son alimentadas con sangre 12 e incluso 6.

La ciencia no conoce la historia de la corriente sanguínea: en cada punto da ciertas cosas y recibe ciertas cosas. Antes que llegue a uno u otro órgano, es una clase de sangre, cuando se marcha, es diferente.

Cuando uno tiene un momento de consciencia, ésta conduce a alguna alteración inmediata de la sangre, pero eso depende de cuan profunda y larga sea. Si es un segundo, produce ciertas alteraciones correspondientes a un segundo; si es media hora, eso es otra cosa. Se puede notar incluso el resultado de un segundo si es suficientemente profundo. Puede notarse el resultado en el sentido de que se ve más, de que las sensaciones corrientes se tornan más emocionales. Pero cortos momentos de consciencia de sí, tan sólo en la superficie, no producen mucho efecto, mientras que si es suficientemente profundo y largo, se tendrán impresiones que jamás se olvidarán después.

P. D. Ouspensky: El Cuarto Camino, cap. IX