Péndulos III

El péndulo destructivo tiene como meta la obtención de tu energía. Para eso le es necesario fijar en este problema la frecuencia de emisión de tus pensamientos. La manera más fácil de hacerlo es convencerte de que el problema es muy difícil. Si aceptas las reglas de este juego, será muy fácil cogerte tranquilamente de la mano y hacerte entrar en un laberinto complicado.

El péndulo puede actuar tanto a través de sus partidarios, es decir, de personas relacionadas con este problema, como a través de objetos inanimados. Se fija la emisión de la energía mental en una frecuencia determinada y, mientras el problema oprime al hombre, le chupa la energía. Puede parecer que la fijación de la frecuencia en el objeto del problema ayuda a uno a concentrarse. Entonces, ¿de qué manera puede esto impedir a la solución del problema?

Péndulos III

La cuestión es que el péndulo retiene nuestros pensamientos en un sector muy reducido del campo de la información. Pero la solución puede hallarse fuera de los límites de este sector. Y como resultado tenemos que el hombre piensa y actúa dentro de los límites de un pasadizo muy reducido y no tiene posibilidad de echar una mirada amplia al problema. Las soluciones originales e intuitivas vienen exactamente cuando el hombre se libera del péndulo y se ve en libertad de pensar en otra dirección. El secreto de los genios es que están libres de la influencia de los péndulos. Mientras que las frecuencias de pensamientos de las personas corrientes están bajo el poder de los péndulos, las frecuencias de pensamientos de los genios son capaces de reorganizarse libremente y entrar en campos de información desconocidos.

¿De qué manera hay que proceder para no caer en el lazo de apoderamiento? No sumirse en el problema por completo, no dejar que el péndulo te implique en su juego. Alquílate. Actúa como siempre en estos casos, pero no como partícipe del juego, sino como observador imparcial. Mira la situación de manera impasible. Recuerda que quieren cogerte de la mano y llevarte al laberinto. No dejes que el problema te asuste, se apodere de ti, te preocupe, te desconcierte. Para empezar, recuerda que siempre existe una solución muy fácil; no aceptes las soluciones difíciles que te impongan.

Si tropezaste con un problema o un obstáculo, observa tu postura ante éstos. El problema puede ocasionar confusión, miedo, indignación, tristeza, etcétera. Es imprescindible reemplazar una actitud habitual hacia la dificultad surgida con algo totalmente opuesto; así ésta ya se liquidará por sí sola, ya se solucionará de manera fácil y rápida. A pesar de las costumbres y los estereotipos establecidos, enfrenta cualquier problema, no como un obstáculo que exige ser salvado, sino como un tramo de camino que es necesario pasar. No dejes en ti ningún lugar para el problema. Sé vacío respecto de él.

Los péndulos no son el mal absoluto para el hombre, si éste actúa conscientemente. Nadie puede estar totalmente libre de ellos. La cuestión es sólo saber cómo no dejar influenciarse por los péndulos y utilizarlos conscientemente en interés propio.

El Transurfing te ofrece los métodos concretos para hacerlo. Es imposible librarse totalmente de los péndulos, ni falta que hace. Al contrario, son los péndulos los que, al fin y al cabo, convierten los sueños del hombre en realidad.

Vadim Zeland: El espacio de las variantes, cap. II

Un comentario de “Péndulos III

Los comentarios están cerrados.