Agradecer

Usualmente nos resistimos a aquello que no queremos. Todo tiene una causa y nosotros observamos el efecto; cuando limpiamos, vamos directamente a la causa.

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El primer paso para recibir todo lo bueno que nos da el universo es agradecer todo lo que ocurra en nuestra vida, todo lo que nos agrada y lo que nos desagrada también, todo lo que tenemos, y lo que no tenemos. Cuando agradeces aquello que no te agrada sin importar el problema ni el sentimiento ligado a él, esto produce que el universo lo pueda eliminar. Si reaccionas ante este sentimiento, lo evitas, lo evades, o lo rechazas, estás usando tu voluntad y tu energía en resistir, y aquello a lo que nos resistimos persiste, recibimos más de ello de parte del universo. En cambio lo que se acepta se transforma.

Cuando te resistes, no lo estás soltando, no dejas ir el sentimiento, y estás poniendo tu energía y tu atención en él. Al agradecer, lo que haces es soltar y le das la libertad de irse. Cuando nos aferramos a un sentimiento negativo, este se va a seguir manifestando, ya que todo aquello donde nosotros colocamos nuestra atención tiende a crecer, y aquello que soltamos tiende a decrecer.

Cuando agradecemos entramos en equilibrio con el universo, nos colocamos en la sintonía natural del corazón, en una vibración más alta y por lo tanto atraemos a nuestra vida todo lo que es bueno para nosotros. Aceptamos lo que hay y no interferimos, Dios siempre nos va a dar lo que necesitamos.

Ante una situación mala digo gracias, gracias, gracias, y lo que hago es cancelar mi foco de atención en la situación, cancelo cualquier sentimiento negativo que va ligado a él. Deshago el vínculo, y cambio la energía. Luego le pido a la Divinidad que me ayude a deshacer esta situación que me causa malestar y que sea transformada.

El agradecimiento nos pone del lado del fluir de la vida, permanecemos confiados a todo lo que está por venir, abiertos y bien dispuestos. La gente agradecida continuamente, está alineada con las Energías Creativas del Universo que le otorgan todo lo que desean. Tu eres un ser perfecto, sólo necesitas recordar.

Jocelyne Ramniceanu: Palabras mágicas, cap. VIII