AMOR

El amor es la condición natural de toda experiencia
Cuando exploramos nuestra experiencia con mayor profundidad, encontramos que la línea que hay entre nuestro yo que conoce toda experiencia y los objetos de la mente, el cuerpo y el mundo que son conocidos se desvanece progresivamente, incluso repentinamente en algunos casos. Estalla en un momento de visión clara o se disuelve con el tiempo.
Esta experiencia de ausencia de distinción, separación u otredad entre nuestro yo y cualquier cosa que experimente es la experiencia conocida como amor.
 
Amor
 
El amor es normalmente concebido como la cualidad de la intimidad que caracteriza a un pequeño puñado de relaciones, que conecta a una persona con otra, cuando es, en realidad, la condición natural de toda relación, de toda experiencia. El amor no es selectivo; solo el pensamiento lo es.
De hecho, el amor no es otra cosa que la comprensión sentida de que nuestra experiencia no está hecha de dos entidades esenciales -un yo interior separado por una parte y lo que este percibe por la otra, es decir, los objetos, los demás y el mundo-. El amor es el colapso o disolución de esta dualidad aparente. O, más bien, es la comprensión sentida de que dicha dualidad en verdad nunca existió.
Esta división de la experiencia en dos partes aparentemente distintas tan solo consistió en una superposición del pensamiento sobre la siempre presente y esencial naturaleza de la experiencia.
Cuando la experiencia es liberada de esta división, esto se denomina amor. De hecho, no conocemos ninguna otra cosa que no sea el amor.
Rupert Spira
(Texto extraído del libro: Presencia. El arte de la paz y la felicidad de ediciones Sirio).