El conocimiento y el ser

Todo lo que usted aprendió, todo lo que oyó sobre la posibilidad de desarrollo, todo se refiere al ser. Primero de todo, el desarrollo del ser significa despertar, puesto que el rasgo principal de nuestro ser es que estamos dormidos. Mediante el intento de despertar, cambiamos nuestro ser; este es el primer punto. Luego, hay muchas otras cosas: crear la unidad, no expresar las emociones negativas, la observación, el estudio de las emociones negativas, tratar de no identificarse, tratar de evitar la charla inútil… todo esto es trabajo sobre el ser. Es verdad que de este modo usted adquiere cierto conocimiento, pero si es simplemente conocimiento intelectual, se lo pone por separado. El ser es poder, poder «hacer»; y el poder «hacer» es poder ser diferente.

El estado de nuestro ser

A cada momento el conocimiento del hombre depende de su ser. Esto es lo que no entendemos. El hombre puede obtener sólo tanto conocimiento como su ser lo permite; de lo contrario su conocimiento será tan sólo palabras. Si el conocimiento se da a varias personas, una de ellas lo obtiene, otras no. ¿Por qué? Evidentemente, porque el ser de éstas últimas es diferente.

Los diferentes roles

Aunque muchísimos de nuestros «yoes» están desconectados y ni siquiera se conocen entre sí, están divididos en ciertos grupos. Esto no significa que estén divididos conscientemente; están divididos por circunstancias de la vida. Estos grupos de «yoes» se manifiestan como roles que el hombre representa en su vida. Todos tienen cierta cantidad de roles: uno corresponde a un conjunto de condiciones, otro a otro, etc. El hombre mismo advierte raras veces estas diferencias. Por ejemplo, tiene un rol para su trabajo, otro para su hogar, y otro entre los amigos, otro si le interesa el deporte, etc. Estos roles son más fáciles de observar en otras personas que en uno mismo.

La observación de sí

La observación de sí no puede ser impersonal, pues nos interesamos personalmente por el funcionamiento correcto de nuestra máquina. El funcionamiento correcto del organismo nos es provechoso, el funcionamiento incorrecto es dañino. Uno debe tener una simple actitud comercial para con la propia vida y las propias funciones interiores, y debe saber qué es beneficio y qué es pérdida.

Alcanzar la consciencia

El primer paso para la adquisición de la consciencia es la comprensión de que no estamos conscientes. Pero esta ilusión no puede cambiarse sola, pues hay muchas otras. Como dije antes, la peor de ellas es la ilusión de que podemos «hacer». Toda nuestra vida se basa en esta ilusión. Siempre pensamos que estamos haciendo, cuando, en realidad, no estamos haciendo nada: todo sucede.

Dos clases de Influencias

Todas las personas, en las condiciones corrientes de la vida, viven bajo dos clases de influencias. Primero, están las influencias creadas en la vida, el deseo de riqueza, de fama, etc., a las que llamamos influencias A. Segundo, hay otras influencias que provienen de la vida externa, que trabajan en las mismas condiciones, aunque son diferentes, y a estas influencias las llamamos B. Alcanzan al hombre en forma de religión, literatura o filosofía. Estas influencias, de segunda clase, son conscientes en su origen. Las influencias A son mecánicas desde el principio.