La belleza es peligrosa

El relato de mi mismo

La libertad consiste en permanecer solo, sin apegos ni temores, libre en la comprensión del deseo que engendra ilusiones. Existe una fuerza inmensa en el permanecer solo. Es el cerebro condicionado, programado, el que nunca está solo, porque está repleto de conocimientos. Lo que está programado, religiosa o tecnológicamente, es siempre limitado. Esta limitación es el factor principal de conflicto. La belleza es peligrosa para un hombre de deseos.

Estar solo

La meditación es el acto de estar solo. Este acto es por completo diferente de las actividades del aislamiento. La naturaleza misma del “yo”, del sí mismo, del ego, es el aislamiento propio, ya sea a través de la concentración, de las diversas formas o métodos de meditación o de las separativas actividades cotidianas. Pero estar solo no es retirarse del mundo. El mundo del hombre es gregario, es la relación mutua de influencias, de opiniones y del peso de la tradición. Es el entretenimiento del pensar y la actividad del ensimismamiento. Esto conduce inevitablemente a la soledad y desdicha del autoaislamiento.

El río

La mente no puede fabricar esa cosa llamada eternidad, tal como no puede cultivar el amor. Ni la eternidad puede ser descubierta por una mente que la está buscando. Y la mente que no la busca, es una mente malgastada. La mente es una corriente, muy profunda en el centro y muy superficial en la periferia, como el río que tiene una fuerte corriente en el medio y agua quieta en sus orillas.
Pero la corriente profunda tiene tras sí el caudal de la memoria, y esta memoria es la continuidad que atraviesa la ciudad, que se ensucia y que queda limpia nuevamente. El caudal de la memoria provee la fuerza, el impulso, la agresión y el refinamiento. Es esta memoria profunda la que se reconoce como las cenizas del pasado, y es esta memoria la que tiene que llegar a su fin.

Inteligencia y acción instantáne

Lo importante es considerar la vida no como un movimiento interno y externo, sino como una totalidad, un movimiento total e indiviso. Entonces la acción tiene un significado por completo diferente, porque no es parcial. Es la acción fragmentada o parcial la que se suma a la nube de desdicha. El bien no es lo opuesto del mal. El bien no tiene relación alguna con el mal, y uno no puede perseguir el bien. El bien florece sólo cuando no existe el sufrimiento.

El problema del vivir

Hay otra acción que llega cuando existe un espacio sin centro, una dimensión en la que no hay causa y efecto. Desde ella, el vivir es acción. Aquí, al no haber un centro, cualquier cosa que se haga es libre, gozosa, sin dolor ni placer. Este espacio y esta libertad no son el resultado del esfuerzo y el logro, pero cuando el centro se termina, existe lo otro.

El parque

La obediencia es violencia, y la humildad no tiene relación con la violencia. ¿Por qué un ser humano ha de tener este temor, este respeto y esta falta de respeto? Tiene miedo de la vida con todas sus incertidumbres y ansiedades y teme a los dioses de su propia mente. Es este temor el que conduce al poder y a la agresión.
Es éste, realmente, un mundo de gran dolor y, para amar, tiene uno que estar fuera de él. Estar fuera es estar solo, no comprometido con el mundo.