Trascender

Tan pronto como empiezas a pensar, empiezas a pensar en lo que necesitas, cómo mejorar tu vida, cómo eliminar ciertas cosas de tu vida para que puedas tener éxito y ser más feliz. Todo esto es una locura. 
¡Nunca podrás hacer eso! ¿Cuándo aprenderás esto? Cuando eliminas las cosas de tu vida que te han estado reteniendo, como dices, aparecerán cosas nuevas. No acabará nunca.
Simplemente no tiene fin. 

POLARIDAD Y NO-DUALIDAD

Según el Advaita, nos apartamos de nuestra Conciencia originalmente pura y unitiva por la acción limitadora y divisoria de maya que superpone al Ser lo que no-es ocultando así su/nuestra verdadera naturaleza. La raíz y el primer paso de este proceso de constitución de falsas auto-identificaciones es la separación inicial entre el “yo” y el “no yo”.

Cómo nuestras creencias «crean» nuestra realidad

Esta última reflexión, nos remite al yo superficial. Este, es la autoimagen y el conjunto de ideas y creencias en los que asentamos erróneamente el sentido básico de nuestra identidad.
Pensemos en cómo, cuando éramos aún muy pequeños, empezamos a asumir del exterior, a modo de creencias incuestionables, ciertas consignas que definían cómo debían ser las cosas y, muy en particular, cómo teníamos que ser, sentir y pensar (lo decisivo no parecía ser «quiénes éramos,» sino el que fuéramos «de una determinada manera» y no de otra).

Dios juega al juego del escondite

Dios juega al juego del escondite, pretendiendo ser gente separada para que el amor, la aventura y la vuelta a Casa puedan tener lugar.
Esta idea de que todos nosotros estamos divididos en personalidades separadas, es indispensable. Sin ella, el universo se desploma en una deidad unificada y perfecta en el Centro.

Aceptar lo que es, más allá de la superación personal

Aceptar lo que es, más allá de la superación personal. La gente siente una tremenda presión para comer la comida adecuada, ir al gimnasio, sobresalir en la escuela, convertirse en alguien, ser un ganador y nunca envejecer. Estamos inundados de historias sobre personas excepcionales y triunfadores. Leemos sobre paracaidistas de noventa años, amputados cuádruples …

SOBRE EL DESAPEGO

Yo alabo más al desprendimiento que al amor, y es por esta razón: lo que el amor tiene de mejor, es que me obliga a amar a Dios, mientras que el desapego obliga a Dios a quererme. Es mucho más noble obligar a Dios a venir a mí, que obligarme a ir hacia Dios, porque Dios puede más íntimamente penetrar y unirse a mí que yo pueda unirme a Dios.