¡Cuántas cosas hemos vivido juntas! ¡oh Presencia mía!

Mi compañera, mi amada, siempre eterna, siempre viva.

No siempre he sido consciente ni he estado sujeta a ti, pero tú de mi seguro que sí, ¡siempre!

Cuando nací tú viniste encerrada en mi pequeño corazón.

Me ayudaste a ver el mundo, a reconocer lo que me rodeaba. Mis lágrimas infantiles las trasformabas en risa cuyo sonido se diluía en aire.

Me enseñaste a distinguir el bien del mal, así nació la consciencia. Contigo comprendí  que vale más amar que odiar y que los remordimientos van parejos con el egoísmo. Me sostuviste cuando desfallecí de dolor en el primer desengaño. Sentí tu presencia como el calor que rodea cuando hay fuego encendido. Tu silencio estaba pleno de fuerza y eso me anclaba sin saberlo a la vida, a la esperanza…

Contigo descubrí el mundo como un lugar de aprendizaje, de tránsito.

Ante la muerte, clavaste en mi corazón la certeza de la Vida y la perenne transformación de la más mínima partícula. A comprender la diferencia entre percibir, conocer  y saber, entre voluntad y libertad y desvelar que la verdadera libertad nace cuando ya no se desea nada.

Ahora sé que cada vez que miro unos ojos, una flor, un rio o siento el aire, eres tú quien lo mira y siente.

He buscado fuera el saber, el conocimiento, a mí misma, a Dios, hasta descubrir que no hay nada afuera. Todo está dentro de mí, irradiando cada vez más, a medida que soy consciente de Ti.

Precisamente sé que  me llevarás a descubrir el insondable misterio que es la vida. Vivimos pero ignoramos para qué y porqué en su verdadera esencia. ¿Qué es el ser humano? ¿Cuál es su propósito y fin? Quizás como dicen los más avezados o iluminados, somos partes de una gran Conciencia que se vuelve consciente en nosotros y por nosotros.

Tú observas a través de mí, como de cualquier ser humano, lo que acontece en la vida, En realidad eres Tú quien vive, yo simplemente soy el instrumento que lo permite. Somos como el cántaro y el agua que lo contiene. Para el cántaro el agua es su razón de ser, para eso ha sido creado.

Gracias por ser mi verdadera esencia. Yo soy en Ti. Siempre.

 

Encarna Penalba