EL ENCUENTRO CON LA LUZ

«Una luz se ha levantado en el horizonte ¿Puedes ver su estrella? ¿No oíste sus pasos silenciosos? Él viene, viene, viene eternamente. En cada instante y en cada edad, todos los días y todas las noches, Él viene, viene, viene siempre. En muchas ocasiones y de mil maneras han cantado su canción, pero siempre han dicho su nombre. Él viene, viene, viene eternamente.»

Tagore.

EL ENCUENTRO CON LA LUZ

 

Esta noche es la noche del descubrimiento. Si, de descubrir, de apartar la sombra que oculta nuestra realidad. Es la noche en donde la Luz nos busca. Antes creía que era yo la que la buscaba el camino, hasta que me di cuenta que  no se puede buscar estando en la oscuridad. Andar en la sombra no está exento de peligros, tanteamos más que encontramos. Andamos muchas sendas sin saber bien qué pisamos con el peligro de caer. Y caemos infinitas veces…., hasta que de repente, una chispa llegó a mi mente desde el corazón, estoy segura, y comprendí que no soy yo la que busca sino que es la Luz la que encuentra. Ella  siempre ha estado ahí, esperando en su inmensa claridad que yo me diera cuenta y despertara de la ilusión en la que vivía.

Esa pequeña chispa fue suficiente para encender la vida en mí y ver que somos luz, luz escondida como en una flor de loto en el corazón humano, como un niño en la placenta de su madre esperando poder nacer a otra realidad. La Luz está desde siempre en nuestro interior, solapada, expectante, brillando como brilla en la noche la estrella  en los cielos.

Ahora sí puedo ser consciente, porque algo alumbra y aparta la oscuridad que me precede para convertir el camino en un hilo dorado.

Y la Luz nació en el corazón humano y apartó las sombras del miedo y la ignorancia. Y fui Luz en la Luz. Y la Luz fue Paz. Y descubrí que esa chispa de Luz es capaz de revelar la Luz de otros corazones.

Encarna Penalba