El espacio de las variantes

En nuestro conocimiento, imaginamos el movimiento de la materia como una ley, más en la naturaleza este movimiento es engendrado de una forma natural, como infinita multitud de causas y consecuencias. En términos generales, los datos de todos los puntos de movimiento posibles de la materia se guardan en algún campo de información al que llamaremos espacio de las variantes. Este espacio contiene la información sobre todo lo que hubo, hay y habrá.

El espacio de las variantes

El espacio de las variantes es una estructura de información bastante material. Es un campo de información infinito que contiene todas las variantes posibles de cualquier acontecimiento que pueda producirse. Se puede decir que en el espacio de las variantes hay de todo. No vamos a adivinar de qué manera se guarda esta información; para nuestro objetivo esto no tiene ninguna importancia. Lo importante es sólo que el espacio de las variantes sirve de patrón, de sistema de coordenadas de cualquier movimiento de la materia en el espacio-tiempo.

En cada punto del espacio existe su variante de uno u otro acontecimiento. Para facilitar la comprensión, diremos que una variante está compuesta del escenario y los decorados. Los decorados son la imagen exterior o la forma de manifestación; y el escenario, el camino por el que se mueve la materia. Para más comodidad, podemos dividir el espacio de las variantes en sectores, cada uno de los cuales tiene su escenario y sus decorados. Cuanto más grande es la distancia entre los sectores, más grandes son las diferencias entre cada escenario y los decorados. El destino del hombre también está representado por multitud de variantes.

Teóricamente no existe ningún tipo de límite para los escenarios y los decorados de la existencia humana, pues el espacio de las variantes es infinito. Cualquier suceso poco significativo puede influir para un viraje del destino. La vida de un ser humano, al igual que cualquier otro movimiento de la materia, representa una cadena de causas y consecuencias. Uno sigue a otro, de modo que los sectores del destino se enfilan en las líneas de la vida. Los escenarios y los decorados de los sectores en esa línea son más o menos similares. La vida del hombre trascurre con mesura en una dirección, hasta que suceda algún hecho que cambie el escenario y los decorados. Entonces el destino cambia de rumbo y pasa a otra línea de la vida.

Imagina que acabas de ver un espectáculo. Al día siguiente vuelves al teatro a ver el mismo espectáculo, pero éste ya se representa con otros decorados. Son líneas de la vida que están cerca. En la siguiente temporada teatral ves el espectáculo con los mismos actores, pero ya con cambios significativos en el escenario. Esta línea de la vida ya está más lejos. Y por fin, al ver la misma representación en otro teatro, ves una interpretación de la pieza totalmente distinta. Esta línea de la vida ya está muy lejos de la primera.

La realidad se revela en toda su diversidad precisamente por eso: porque la cantidad de las variantes es infinita. Cualquier punto de partida desemboca en una cadena de relaciones entre causa y consecuencia. Al elegir el punto de referencia obtienes la forma correspondiente de manifestación de la realidad. Se puede decir que la realidad se desarrolla por la línea de la vida según el punto inicial elegido. Cada uno obtiene lo que elige. Tienes derecho a elegir precisamente porque ya existe infinidad de variantes. Nadie te prohíbe elegir el destino de tu agrado. Todo el manejo de un destino se reduce a algo simple: hacer la elección. El Transurfing contesta a la pregunta de cómo se hace.

Vadim Zeland: El espacio de las variantes