El mito de la liberación
La liberación no es algo que me afecte a mí y no a ti. Este mensaje no tiene que ver con personas despiertas o iluminadas transmitiendo su comprensión a los demás.
No hay personas despiertas ni personas iluminadas… porque, en realidad, no hay personas.
Quienes afirman estar iluminados y quienes dicen «yo estoy despierto y tú no» o «yo veo esto y tú no», son personas que todavía creen en la separación. ¡Pero “yo estoy despierto y tú no” es una forma extrema de separación! Para poder decir eso, es necesario un punto de referencia, un “yo” que se compare con un “tú”. Y ese “yo”, al despertar cada mañana, debe recordar además que está iluminado.
Pero, cuando el juego del “yo y del tú” desaparece, cuando esos puntos de referencia se desvanecen, lo único que queda es el misterio.
No hay modo de saber, cuando todo eso se desvanece, que uno está despierto.
No hay entonces modo alguno de saber nada, porque no hay palabras para referirse a lo que esto es. Y, como ocurre con los recién nacidos, todo se nos ofrece entonces como si lo viésemos por vez primera. Nada tiene nombre y, como Adán en el jardín del paraíso, empezamos a nombrarlo todo desde cero.
Las personas despiertas y las personas iluminadas son meros sueños. El único que quiere despertar es el personaje onírico y, cuando finalmente despierta, resulta que ha despertado del sueño.
Jeff Foster