El punto de encaje

– La importancia personal es la fuerza detrás de todo ataque de melancolía. Agregó que los guerreros tienen derecho a sentir estados de profunda tristeza, pero que la tristeza les viene solamente para hacerlos reír.

– El dialogo interno es lo que mantiene fijo al punto de encaje en su posición original.

– Te di muchísimas plantas de poder para así lograr que tu punto de encaje se moviera. Las plantas de poder tienen ese efecto; pero también el hambre, el cansancio, la fiebre y otras afecciones por el estilo tienen un efecto similar.

– Te he explicado que el hombre tiene un punto de encaje, y que ese punto de encaje alinea emanaciones para la percepción. También hemos discutido que ese punto se mueve de su posición fija. Ahora bien, la última verdad es que, una vez que ese punto de encaje se mueve más allá de cierto límite, puede alinear mundos enteramente diferentes al mundo que conocemos.

Para ser un guerrero sin par uno tiene que amar la libertad, y uno tiene que tener una despreocupación, un desinterés supremo. Explicó que el camino del guerrero es algo extremadamente peligroso porque representa el lado opuesto de la situación del hombre moderno, que ha abandonado el reino de lo desconocido y de lo misterioso, y se ha instalado en el reino de lo funcional. Le ha dado la espalda al mundo de los presentimientos y el júbilo y le ha dado la bienvenida al mundo del aburrimiento.

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– Tener fuerza interna significa poseer un sentido de ecuanimidad, casi de indiferencia, un sentimiento de sosiego, de holgura. Pero sobre todo, significa tener una inclinación natural y profunda por el examen, por la comprensión. Los nuevos videntes llamaron sobriedad a todos estos rasgos del carácter.

– Una vida de impecabilidad lleva de por sí, inevitablemente, a un sentido de sobriedad, y eso a su vez hace moverse el punto de encaje.

Los hombres impecables no necesitan que alguien los guíe, por sí solos, mediante el ahorro de su energía pueden hacer todo lo que hacen los videntes.

– Todo lo que se requiere es impecabilidad, eso es energía. Todo comienza con un solo acto que tiene que ser premeditado, preciso y continúo. Si este acto se lleva a cabo por un período de tiempo largo uno adquiere un sentido de intento inflexible que puede aplicarse a cualquier cosa. Si se logra ese intento inflexible el camino queda despejado. Una cosa llevará a otra hasta que el guerrero emplea todo su potencial.

– Lo que verdaderamente necesitamos es sobriedad, y nadie puede dárnosla, ni ayudarnos a obtenerla, salvo nosotros mismos. Sin ella, el movimiento del punto de encaje es caótico, como son caóticos nuestros sueños ordinarios.

Así que, al fin y al cabo, el procedimiento para llegar al cuerpo de ensueño es la impecabilidad en nuestra vida diaria.

– Las cualidades básicas de un guerrero son: el esfuerzo sostenido y el intento inflexible.

– Hacer mover el punto de encaje, es la culminación de lo que busca el guerrero. De ahí en adelante es otra búsqueda; es la búsqueda del vidente propiamente dicha.

– La llave mágica que abre las puertas de la tierra está hecha de silencio interno y de cualquier cosa que brille.

– ¿Te aventurarías tú en lo desconocido por codicia? De ninguna manera. La codicia sólo funciona en el mundo de los asuntos cotidianos. Para aventurarse en ésa aterradora soledad uno debe tener algo superior a la codicia. Amor, uno necesita amor a la vida, a la intriga, al misterio. Uno necesita de curiosidad insaciable  y de una montaña de agallas.

– Los nuevos videntes recomiendan un acto muy sencillo cuando la impaciencia, o la desesperación, o el enojo, o la tristeza cruzan su camino. Recomiendan que los guerreros giren sus ojos. No importa en qué dirección; yo prefiero girar los míos en el sentido de las manecillas del reloj.

El movimiento de los ojos hace moverse o detenerse momentáneamente el punto de encaje. En ese movimiento encontrarás alivio. Esto se hace en sustitución de la verdadera maestría del intento.

Carlos Castaneda: El fuego interno