El ser no está en el pensamiento sino en el espacio entre nuestros pensamientos

Seguimos dando los pasos y vamos llegando al final del alfabeto con las letras que representan actitudes y claves para crear la abundancia. En esta ocasión queremos resaltar la importancia del propósito firme, la posibilidad inmensurable, cuestionarnos la autoridad externa y el dogma, recibir tanto como dar, la gran clave del servicio a los demás, la trascendencia y la conciencia sin tiempo.

P

La «P» representa el propósito en la vida y la posibilidad pura. Estamos aquí para cumplir un propósito.

De nosotros depende descubrir cuál es ese propósito. Una vez que conocemos nuestro propósito, el conocimiento de dicho propósito nos conduce hacia el discernimiento de que somos posibilidad pura.

Debemos ser capaces de expresar nuestro propósito en términos muy sencillos. Por ejemplo, mi propósito en la vida es curar, hacer feliz a todas las personas con las que tengo contacto y crear paz (palabras de nuevo de Deepak Chopra)

Conocer nuestro propósito abre la puerta hacia el campo de la posibilidad pura, porque las semillas y el mecanismo para su cumplimiento son inherentes a nuestro deseo. Los Vedas dicen: «Yo soy la posibilidad inmensurable de todo lo que fue, es y será. Mis deseos son como semillas dejadas en la tierra: esperan la estación adecuada para manifestarse espontáneamente en flores hermosas y en árboles vigorosos, en jardines encantados y bosques majestuosos».

mitos creacion del universo

Q

La «Q» representa el quid, esto es cuestionar el dogma, la ideología, la autoridad externa. Sólo cuestionando lo que las personas dan por hecho, lo que creen que es verdad, es como podemos romper con la hipnosis del condicionamiento social.

R

La «R» significa que el hecho de recibir es tan necesario como dar. Recibir con humildad es una expresión de la dignidad de dar. Quienes no son capaces de recibir son en realidad incapaces de dar. Dar y recibir son aspectos correlacionados del flujo de energía en el universo.

Dar y recibir no tiene que ser en la forma de cosas materiales. Recibir con humildad un cumplido, admiración o respeto implica también la habilidad de ser capaz de proporcionar todo esto a los demás. La ausencia de respeto, cortesía, modales o admiración crea un estado de pobreza, sin importar la cantidad de dinero que tenga en el banco.

S

La «S» representa servicio y saber gastar. El dinero es como la sangre; debe circular. Acumular y aferrarse al dinero ocasiona que éste se estanque. Para que se multiplique debe circular. De lo contrario, se estanca y al igual que la sangre coagulada, solo puede causar daño.

El dinero es energía de vida que intercambiamos y usamos como resultado del servicio que proporcionamos al universo. Para que continuemos recibiéndolo, debemos mantenerlo en circulación.

T

La “T» representa la trascendencia, la conciencia sin tiempo, el banco de talentos y el tributo o diezmo. Por experiencia personal sabemos que sin trascendencia la vida no tiene belleza. Para vivir una vida plena es necesario cruzar todas las fronteras.

Como dijo el poeta sufí Rumi: «Más allá de los conceptos del bien y del mal hay un campo. Nos encontraremos allí». Siento que mi experiencia de trascendencia a través de la práctica de la meditación me proporciona una estabilidad y silencio interiores que no son eclipsados por ninguna actividad. Ese silencio permanece conmigo, por lo que ninguna experiencia externa puede opacar mi conciencia y experiencia del ser.

La «T» representa también la conciencia sin tiempo, opuesta a la conciencia con limitación de tiempo. La conciencia limitada por el tiempo ocurre cuando renunciamos al ser por la autoimagen. La autoimagen es la máscara social, el barniz protector detrás del cual nos escondemos. En la conciencia con límite de tiempo, nuestro comportamiento siempre está influido por el pasado, así como por la anticipación y el temor al futuro. La conciencia limitada por el tiempo lleva la carga de la culpa y el dolor. Tiene su raíz en el temor. Causa entropía, vejez y muerte. La conciencia sin tiempo es la conciencia del ser.

Un sabio veda dijo: «No me preocupo por el pasado y no le temo al futuro, porque mi vida está perfectamente concentrada en el presente y la respuesta correcta me llega en cada situación cuando ocurre».

Éste es también el estado de dicha. El ser no está en el reino del pensamiento. Está en el espacio entre nuestros pensamientos. La psique cósmica nos murmura suavemente en el espacio entre nuestros pensamientos. Esto es también lo que llamamos intuición. La conciencia limitada por el tiempo está en el intelecto y calcula. La conciencia sin tiempo está en el corazón y siente.

La «T» representa también el banco de talento. Para ampliar al máximo la creatividad y ofrecer el mejor servicio, es bueno desarrollar un banco de talentos o congregar a un grupo de personas con diversos talentos y habilidades únicos y cuyos talentos individuales, al reunirlos, sean más que la suma de las partes.

La «T» representa también el tributo o diezmo. Diezmo significa dar cierta porción de sus ingresos, sin condiciones ni ataduras. Cuando da, se crea un vacío que atrae todavía más de lo que dio. Como dijo Emerson: «Sin un corazón rico, la riqueza es un mendigo feo».