Entendimiento

Este sistema se basa en el entendimiento. Este debe ocupar el primer tugar en el sistema. Cuanto más entiendan, mejor será el resultado de su trabajo.

El entendimiento es un término relativo. A su modo, todos entienden algo a cada momento. Pero el entendimiento puede ser más vasto, y más vasto, y aún más vasto.

Hay muchas cosas que pueden entender ahora, aunque, por supuesto, estarán rodeadas de cosas que aún no pueden entender; pero si empiezan con las que pueden entender, entenderán muchas otras cosas. Cada momento de entendimiento, cada entendimiento derrama luz no sólo sobre la cosa que piensan sino también sobre muchas otras.

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El entendimiento es relativo. Es como la temperatura, puede tener cinco grados, diez grados, quince grados. ¿Ve por qué el lenguaje ordinario no es bueno y por qué tenemos que estudiar un lenguaje diferente? Porque en el lenguaje ordinario, todas las palabras se toman como absolutas. En realidad, hay diferentes grados de entendimiento. Como dije, podemos entender mejor, y mejor todavía. Entonces, si queremos entender aún mejor, debemos cambiar nuestro ser. Si podemos poner en juego el centro emocional superior, podremos entender mucho mejor. Para entender aún más, se necesita el centro mental superior.

Vea, las definiciones raras veces ayudan y, como un hecho concreto, podemos tener poquísimas definiciones. Esta convicción de que a fin de entender algo, requiérese definirlo, es absolutamente equivocada, porque las cosas, en su mayoría, no pueden definirse, y las pocas que podemos definir, podemos definirlas sólo relativamente con la ayuda de otras cosas. De modo que entre una enorme cantidad de cosas que no podemos definir para nada, hay pequeñas islas de cosas que podemos definir.

Aprender a hacer algo significa adquirir cierta destreza. Durante largo tiempo no podrá hacerlo bien, lo hará torpemente; luego, un día usted descubre que puede hacerlo bien. Es lo mismo con el recuerdo de sí; no absolutamente, pero con bastante aproximación.

No un solo modo de acrecentar el propio entendimiento; hay miles de modos. Todo lo que hablamos desde el primer día es sobre los modos de acrecentar el entendimiento. Pero el primer modo es mediante la observación y el estudio de nosotros mismos, porque esto acrecienta nuestra capacidad para entender. Ese es el primer paso. Si pudiese entender las ideas que recibió, su conocimiento aumentaría. Pero sólo entiende en la superficie y aparte del deseo. O tal vez tenga un deseo fortísimo, pero la máquina no trabaja. Empero, dentro de nuestra máquina tenemos partes mejores que, en la actualidad, no usamos. Podemos usarlas tan sólo acrecentando la consciencia. Este es el único modo.

El recuerdo, el mejor recuerdo que podamos tener no puede ayudar, no es suficiente, porque en este sistema no recordamos con la memoria sino con el entendimiento. Por el contrario, el recuerdo puede ser un obstáculo. Usted oye algo que tiene un sitio correcto en el sistema, y si lo pone donde pertenece, no podrá olvidarlo y permanecerá allí; pero si sólo recuerda lo que dije sin ponerlo en su sitio correcto, eso es absolutamente inútil. Cada pequeñez que oiga, deberá tratar de entenderla, y entender significa encontrar el sitio donde pertenece entre otras ideas. Deberá tener una idea general del sistema y todo lo nuevo tendrá en él su sitio: entonces no olvidará, y cada nueva observación que usted haga, encontrará su sitio. Es como si usted tuviera un dibujo sin detalles y la observación llenara los detalles. Si no tiene el dibujo, la observación se pierde.

Principalmente deberá luchar con los obstáculos que le impiden entender. Sólo mediante la eliminación de estos obstáculos podrá usted empezar a entender más. Pero los obstáculos, con excepción de la descripción general de la identificación, etc., son individuales. Deberá encontrar los suyos; deberá ver qué se alza en su camino, qué le aparta de la comprensión. Cuando lo descubra, deberá luchar con eso. Eso requiere tiempo, pues no puede encontrarse de repente, aunque en algunos casos puede ser clarísimo casi desde el comienzo. Durante largo tiempo, todo el trabajo deberá concentrarse en el entendimiento, porque es lo único por lo que uno puede guiarse. Nuestra principal dificultad es que queremos «hacer», incluso antes de saber de qué se trata todo eso. Pero, en este sistema, uno primero deberá entender. Cuando entienda mejor las cosas, muchas otras cosas se posibilitarán, pero no antes.

P. D. Ouspensky: El cuarto camino, cap. VI