¿Qué es en realmente un ser humano?

El maestro zen Tung Sahn expresó claramente este hecho básico cuando dijo:”Enseño la verdad a los seres vivos y entonces dejan de ser seres vivos”. La pregunta clave es: “¿Qué soy en realidad en estos momentos?”. Básicamente, todos somos objetos. ¿Qué es ese objeto, visto a través de un microscopio electrónico con su gran potencia de aumento? Incluso tal como existe en el presente y basándonos en una proyección inteligente, sobre lo que el microscopio ha revelado, el cuerpo no es nada más que vacío y sin duda no es un objeto sólido. Además, en lo más profundo de esta vacuidad, el físico subatómico nos dice que hay un núcleo que al ser un campo oscilante empieza a disolverse, mostrando otros campos más organizados: protones, neutrones e incluso partículas más pequeñas, cada una de las cuales se disuelve en el ritmo de la pulsación universal. En otras palabras, no existe la solidez, ni en el plano más sublime del cuerpo ni en el centro del universo. El núcleo compacto en el centro del átomo, no es sólido, sino un patrón dinámico individual de energía concentrada pulsando y vibrando a una velocidad increíble.

holly-sierra-11

Este objeto, el cuerpo humano, se puede contemplar desde una perspectiva totalmente distinta e igualmente espectacular. Cuando observamos este objeto a una distancia cada vez mayor, se transforma primero en una casa, luego en una ciudad, un país, un continente, la Tierra como planeta, seguida por el sistema solar, el Sol, una galaxia, la Vía Láctea y, por último, por grupos de galaxias que quedan reducidas rápidamente a puntos de una luz en una inmensa vastedad y que están a punto de desvanecerse todas juntas.

Así pues, las perspectivas internas y externas llegan ambas a la misma conclusión: el ser humano es prácticamente un espacio vacío y una ilusión absoluta. La pregunta es entonces: “¿Cuál es nuestra verdadera naturaleza? ¿Quiénes o qué somos realmente?” El noúmeno se ha convertido en una manifestación fenoménica, lo Absoluto se ha convertido en lo relativo, lo potencial se ha convertido en lo real y la energía potencial se ha convertido en energía activada. En ese escenario vacío se representa esta obra y en el lienzo en blanco aparece esta pintura. El origen de todas las cosas es la Nada potencial. Pero debido a nuestra percepción limitada, pensamos que lo perceptible para alguno de nuestros sentidos es real, mientras que lo real es lo que no pueden percibir nuestros sentidos.

Metafísicamente, volvemos a la pregunta: “¿Quién está buscando qué?”. El “quién” tal como hemos visto, no es más que vacío, por lo tanto no puede haber un “quién” real. No puede haber un “quién” sólido. No puede haber una entidad individual sólida que sea el buscador. También hemos visto que lo que buscamos tampoco es nada. El “qué” que se está buscando no es algo que pueda verse con el ojo, oírse con el oído, olerse con la nariz, saborear con la lengua o tocar con los dedos. De modo que ese algo que se está buscando no es nada en absoluto.

Este origen del que usted habla, esa Nada, ¿está separado en cada individuo o es algo que envuelve a todos?

Es algo que “envuelve” a todos. Está dentro de todas las personas, de todos los objetos.

Es una pequeña parte que se ha separad y que se me ha adjudicado una a mí otra a otro…

No, no. Todo  es uno. Es esa totalidad de la que los místicos han hablado durante cientos de años y de la que hablan los científicos desde que se ha desarrollado la mecánica cuántica. Todo es esta totalidad y unidad que no puede ser separada.

La Consciencia impersonal es Shiva, el Atman o el Yo, como solía decir Ramana Maharsi. Y el jiva o el yo, que es el “yo egoísta” es la consciencia identificada. Ramana Maharsi solía decir que la Consciencia es todo el océano. La Consciencia universal o el Yo es el océano, y jiva o la consciencia identificada es una burbuja. Pero la burbuja, mientras es burbuja, parece estar separada. Sin embargo, ¿qué es la burbuja sino agua? Y cuando ésta se rompe, ¿a dónde va? Se convierte en el océano.

Ramesh Balsekar- HABLA LA CONSCIENCIA