La solución crea el problema

La solución crea el problema

Si estás tratando de arreglar tu tristeza, tu dolor, tu miedo, tu ira, tu soledad, tus dudas, tu corazón roto, tu profundo anhelo por llegar a Casa, ya lo estás convirtiendo en un problema, por lo que ya te has puesto en guerra.

El hecho de que busques una solución implica que algo está estropeado dentro de ti y necesita arreglo de inmediato. Hay un ‘yo bueno’ en guerra con un ‘yo malo,’ un ‘yo perfecto’ en guerra con un ‘yo imperfecto,’ la separación está en guerra con la totalidad, y esta división interna está en la raíz de todo el sufrimiento.

Ponle fin a la guerra dualista. Deja de comparar este momento con tu IMAGEN de cómo ‘debería’ ser. Deja que la imagen se disuelva en la claridad de la presencia.

Ponle atención a la parte de ti que se siente dañada, sensible, cruda, ‘mal’, y por un momento, deja de buscar su solución o su opuesto.

La vida no tiene opuestos.

Mantente presente. Mantente muy cerca. Escucha. Siente lo que quiere ser sentido, puede haber información valiosa ahí.

Comienza por admitir las piezas que no son admisibles, comienza por aceptar las energías aparentemente inaceptables dentro de ti mismo.

Haz brillar la luz de tu presencia consciente, sin miedo, dentro de la oscuridad.

Podrías llegar a ver que no hay enemigos dentro de ti, ni errores, ni demonios internos, sólo manifestaciones de ti mismo que desean ser reconocidas, abrazadas, integradas como parte de una imagen infinitamente más grande; son sólo pequeñas criaturas que anhelan volver a su Hogar.

Y tú eres el Hogar que ellos anhelan. Siempre.

Sólo un amor tan inmenso como el cielo.

Jeff Foster