No hacer

Un maestro no puede «hacer» nada por usted. A usted se le dan ciertas tareas y usted ha de hacerlas. Siempre es así. En vez de tratar de hacer, ¡trate de «no hacer»! usted aprende a «hacer», aprendiendo primero a «no hacer». Está tratando de hacer cosas que considera deseables; trate de hacer todo lo contrario: no hacer cosas que sean indeseables.

 

No hacer

Hay un principio importantísimo en el trabajo: jamás ha de trabajar de acuerdo con su fuerza, sino siempre más allá de su fuerza. Este es un principio permanente. En el trabajo, siempre tiene que hacer más de lo que puede; sólo entonces podrá cambiar. Si sólo hace lo que es posible, permanecerá donde está. Uno ha de hacer lo imposible. No debe tomar la palabra «imposible» en una escala demasiado grande, pero incluso un poco significa mucho. Esto es diferente de la vida: en la vida, usted sólo hace lo que es posible.

Es necesario poner más energía en las cosas: en el estudio de sí, en la observación de sí, en el recuerdo de sí y todo eso. Y a fin de poner más energía en su trabajo, es necesario descubrir dónde se gasta. Usted despierta cada mañana con cierta cantidad de energía. Esta puede gastarse de muchos modos diferentes. Cierta cantidad es necesaria para recordarse, para el estudio del sistema, etc. Pero si gasta esta energía en otras cosas, para eso no queda nada. Este es realmente el punto principal. Trate de calcular, cada mañana, cuánta energía se propone poner en el trabajo en comparación con otras cosas. Verá que hasta en las cosas elementales, simplemente en relación con el tiempo, le da poquísima al trabajo, si es que le da, y todo el resto se lo da a cosas enteramente inútiles. Eso es bueno si se trata de cosas agradables, pero en la mayoría de los casos no son ni siquiera agradables. La falta de cálculo, la falta de estas estadísticas elementales es la razón de que no entendamos por qué, con todas nuestras mejores intenciones y decisiones, al final no hacemos nada. ¿Cómo podemos hacer algo si no le damos ninguna energía ni tiempo?

Toda clase de estado, necesita cierto mínimo definido de esfuerzo y mínimo de tiempo que se le brinde, y el trabajo que estamos tratando de realizar necesita más que muchas otras cosas si queremos obtener siquiera resultados perceptibles.

¿Qué significa trabajar prácticamente? Significa trabajar no sólo sobre el intelecto sino también sobre las emociones y la voluntad. El trabajo sobre el intelecto significa pensar de un modo nuevo, crear nuevos puntos de vista, destruir ilusiones. El trabajo sobre las emociones significa no expresar las emociones negativas, no identificarse, no considerar y, después, trabajar también sobre las emociones mismas. ¿Pero qué significa trabajar sobre la voluntad? Significa trabajar sobre las propias acciones. Primero deberán preguntarse: ¿Qué es la voluntad en los hombres nº 1, nº 2 y nº 3? Es la resultante de los deseos. La voluntad es la línea de los deseos combinados, y como nuestros deseos cambian constantemente, no tenemos una línea permanente. De modo, que la voluntad corriente depende de los deseos y podemos tener muchos deseos que marchan en direcciones diferentes. La línea construida a partir de todos estos ángulos es la resultante. Esta es nuestra voluntad. Un día puede ir en una dirección, y otro día en otra dirección, y pensamos que es una recta. De modo que es realmente la resultante de nuestra ceguera.

Tenemos que preguntarnos sobre qué podría basarse la voluntad del hombre n° 7. Deberá basarse sobre la consciencia plena, y esto implica conocimiento y entendimiento conectados con la consciencia objetiva y un «yo» permanente. De modo que tres cosas son necesarias: el conocimiento, la consciencia y un «yo» permanente. Sólo aquellas personas que tengan estas tres cosas podrán tener una voluntad real; eso significa una voluntad que es independiente de los deseos y todo lo demás.

Usted es muchos y tiene centenares de «yoes» y centenares de voluntades. Si quiere desarrollar una voluntad independiente, deberá volverse uno solo y consciente. La voluntad depende de la unidad y la consciencia.

En la actualidad, nuestra voluntad pertenece a los «yoes» o grupos de «yoes» basados en una personalidad de muchos. Pero la voluntad real significa una sola voluntad, de modo que sólo puede pertenecer a un solo «yo» o, si gusta, a la esencia. De manera que debemos ser uno solo, por lo menos en ciertos momentos, y, luego, tratar de trabajar para crear la voluntad. Uno no puede unificarse de repente. La voluntad está obligada a ir y venir; en un momento tendremos voluntad, en otro momento no tendremos ninguna. Llevará largo tiempo antes que podamos hablar de algo confiable en nosotros antes de encontrarnos con algo permanente.

La voluntad no puede crecer sin esfuerzo. Ha de ahorrar energía para reunir bastante para la lucha con ciertas debilidades. Suponga que comprenda que algo es una debilidad y que deberá luchar con ésta, pero descubre que no tiene bastante energía; entonces, puede tratar de hacer alguna cosa más pequeña que no sea tan difícil y, de este modo, ahorrará energía. Hablando en general, perdemos la oportunidad de realizar esfuerzos pequeños. Los desatendemos, no los consideramos bastante importantes. Empero, podemos aumentar nuestra capacidad para realizar esfuerzos, haciendo solamente estos pequeños esfuerzos a los que no prestamos atención.

P. D. Ouspensky: El Cuarto Camino, cap. X