Sombras del pasado

Si se ha olvidado todo, excepto los pensamientos amorosos, lo que queda es eterno. Y el pasado transformado se vuelve como el presente. El pasado deja de estar en conflicto con el ahora. Esta continuidad extiende el presente al aumentar su realidad y su valor en la percepción que tienes de él. En estos pensamientos amorosos, y oculta tras la fealdad de la relación no santa en la que se recuerda el odio, se encuentra la chispa de belleza dispuesta a cobrar vida tan pronto como se le entregue la relación a Aquel que le infunde vida y belleza. Por eso es por lo que la Expiación se centra en el pasado, que es la fuente de la separación y donde ésta debe ser des-hecha. Pues la separación debe ser corregida allí donde fue concebida.

Unidad del alma y la mente

La vida se te ha dado, no para que sirvas a alguien, sino para que te realices como persona. Al encerrar al alma en la funda creas un potencial excesivo enorme de insatisfacción interior oculta, que va a derramarse sobre ti y tus cercanos como infortunios de toda clase. Te parecerá que deseas el bien a la gente, pero en realidad toda esa preocupación sólo les perjudicará.

Principio de Reparación

Uno debe entender que lo importante no es borrar el evento, porque los eventos no se borran, el pasado está ahí y no va a cambiar. El asunto es curar las heridas, hacer que a la otra persona ya no le duela, y también es importante recordar que la frase no indica cuales heridas, sino que sugiere que todas las heridas, incluso las nuestras.

El servicio

El servicio es la vía regia que conduce hasta el Maestro, siempre y cuando se viva de forma correcta. No hay que olvidar que el ego puede apropiarse del servicio para sus propios fines, para guardar las apariencias y atraerse la admiración de personas buenas, por ejemplo, o para granjearse el afecto de los demás, o para desempeñar el papel de salvador, o de gran Maestro, o de mártir. Si no es por interés, el ego detesta el servicio. Al ego sólo le interesa lo que pueda llenar su propio vacío, su minúscula persona. El don de sí y el servicio a los demás no forman parte de sus circuitos. Sin embargo, el auténtico servicio es la vía regia.

Los cambios suceden en el tiempo

Nuestro objetivo es volvemos uno solo, tener un solo «yo» permanente. Pero al comienzo, el trabajo significa dividirse cada vez más. Usted debe comprender cuan lejos está de ser uno, y sólo cuando usted conozca todas estas fracciones de usted mismo, podrá empezar el trabajo sobre uno o algunos «yoes» principales en torno de los cuales puede construirse la unidad. Sería un entendimiento erróneo unificar todas las cosas que usted puede hallar ahora en usted mismo. El nuevo «yo» es algo que ahora usted no conoce; crece de algo en lo que usted puede confiar.

El mundo perdonado

Esta belleza no es una fantasía. Es el mundo real, resplande­ciente, puro y nuevo, en el que todo refulge bajo la luz del sol. No hay nada oculto aquí, pues todo ha sido perdonado y ya no que­dan fantasías que oculten la verdad. El puente entre ese mundo y éste es tan corto y tan fácil de cruzar, que nunca te hubieses podido imaginar que fuese el punto de encuentro de mundos tan dispares. Mas este corto puente es la cosa más poderosa conec­tada a este mundo. Este ínfimo paso, tan pequeño que ni siquiera has reparado en él, es un salto que te lleva a través del tiempo hasta la eternidad, y te conduce más allá de toda fealdad hacia una belleza que te subyugará y que nunca cesará de maravillarte con su perfección.