Proteger al alma

Intenta ser consciente de que tú no necesitas la importancia, sino que la necesitan los péndulos. La funda para el alma está hecha de tu importancia. No atribuyas a nada un significado excesivamente importante. Simplemente, con tranquilidad y sin insistir, toma lo tuyo. Si de momento lo tuyo no cede, tampoco le atribuyas demasiado signi­ficado; los péndulos no hacen más que esperar a que te desanimes. Si hay algo que te apenó, quita la importancia. Sé consciente de que sólo es un juego de péndulos. Es precisamente un juego y no una batalla, porque, en el fondo, los péndulos son como maniquíes de arcilla.

¿Qué significa Ho’Oponopono?

En lugar de pensar en el Ho’Oponopono como un medio de ejercer presión sobre la realidad para alterarla, ejercerás presión sobre ti mismo para dejar de alterar la realidad y encontrar el balance. No es cambiar al mundo, tampoco es cambiarte a ti para cambiar al mundo: Es cambiar la relación que tienes con el mundo, para hacer que la relación sea satisfactoria e inspiradora para ti y para todos.

Comunicar conscientemente

Conocer los principios de la verdadera comunicación es fundamental para establecer relaciones correctas con los demás y poder sentirnos verdaderamente unidos cualesquiera que sean nuestras diferencias. En la actualidad pueden encontrarse muchos libros sobre el tema, y también cursos y talleres, un signo más de que la conciencia se está abriendo a nuevas posibilidades.

El rasgo principal

Cada hombre tiene sus propios rasgos individuales, sus propias debilidades cuando es incapaz de resistir las cosas que ocurren. Estos rasgos o debilidades pueden ser muy simples o muy complicados. Un hombre puede ser capaz de resistirlo todo, excepto la buena comida; otro, todo, excepto la charla, o puede ser perezoso, o demasiado activo. En cierta etapa del estudio de sí es importantísimo descubrir el propio rasgo principal, lo cual significa la debilidad principal. Las principales debilidades de las personas son muy diferentes, y si podemos resistir algo que otro hombre no puede resistir porque sucede que ése es su rasgo principal, esta diferencia en las debilidades nos da la ilusión de que podemos «hacer».

El final de las ilusiones

  El final de las ilusiones Frente a la demente noción que el ego tiene de la salvación, el Espíritu Santo te ofrece dulcemente el instante santo. Hemos dicho antes que el Espíritu Santo tiene que enseñar mediante comparaciones, y que se vale de opuestos para apuntar hacia la verdad. El instante santo es lo