Freile

Si uno no se quiere a sí mismo, si está descontento consigo mismo, se dedica a algo que no le gusta, si su mente está perturbada y en desacuerdo con el alma, tal persona no puede tener una belleza encantadora. Cualquier conflicto entre el alma y la mente se refleja en la apariencia y el carácter de uno. En cambio si el individuo está contento consigo mismo, vive a gusto, se dedica a algo que le complace, en tal caso parece que emanara una luz interior. Eso significa que su mente se ha sintonizado con el freile de su alma.

Principio de arrepentimiento

La Responsabilidad Global entendida en su amplitud significa que todos somos responsables de lo que le ocurra a absolutamente todos los seres del universo. Si consideramos nuestras acciones y omisiones veremos que es mucho el pecado que se acumula sobre nosotros diariamente, es por esto por lo que uno debe balancear esta carga que de no verla y considerarla puede terminar limitando nuestro potencial real y nuestra felicidad.

Gratitud

En definitiva, cada vez que cambiamos los pensamientos racionales limitados por otros como respeto, sentido de lo sagrado y gratitud, aportamos una gran sanación al corazón y abrimos la puerta a un flujo de energía positiva que nos lanza directamente al campo del amor, de la abundancia y del gozo.

Centro magnético

Si usted empieza a estudiar psicología, descubre que todas las causas están en usted mismo; no puede haber causas fuera de usted. No se acuerda de esto con bastante frecuencia. Una pequeña parte entiende que las causas están en usted, pero la parte mayor continúa acusando a los demás. En el fondo de cada emoción negativa favorita hallará la autojustificación que la alimenta. Primero debe detenerla en su mente, y luego, después de algún tiempo, será capaz de detenerla también en la emoción. La falta de entendimiento es la primera causa, la falta de esfuerzo es la segunda causa.

Proteger al alma

Intenta ser consciente de que tú no necesitas la importancia, sino que la necesitan los péndulos. La funda para el alma está hecha de tu importancia. No atribuyas a nada un significado excesivamente importante. Simplemente, con tranquilidad y sin insistir, toma lo tuyo. Si de momento lo tuyo no cede, tampoco le atribuyas demasiado signi­ficado; los péndulos no hacen más que esperar a que te desanimes. Si hay algo que te apenó, quita la importancia. Sé consciente de que sólo es un juego de péndulos. Es precisamente un juego y no una batalla, porque, en el fondo, los péndulos son como maniquíes de arcilla.