¿Quien soy yo?

“Cuando ya no somos capaces de cambiar una situación, nos encontramos ante el desafío de cambiarnos a nosotros mismos”.

Viktor Frankl

El Dr. Len dice que la pregunta más importante que siempre debemos hacernos es ¿Quién soy yo?

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“El pensamiento «yo» es el primero que surge en la mente. Cuando se persigue persistentemente la indagación « ¿Quién soy yo?», todos los demás pensamientos se destruyen, y finalmente el pensamiento «yo» mismo se desvanece, dejando sólo al supremo Sí mismo no-dual. Así acaba la falsa identificación del Sí mismo con los fenómenos del no-sí mismo, tales como el cuerpo y la mente, y hay iluminación, Sakshatkara”.

“Cuando uno indaga « ¿Quién soy yo?», surgirán otros pensamientos; pero a medida que surgen, uno no tiene que ceder a ellos siguiéndolos; mediante la indagación constante uno debe hacer que la mente permanezca en su fuente, sin permitirla divagar y perderse en los laberintos de pensamientos creados por ella misma. Para una mente que ha ganado pericia en la concentración, la indagación del Sí mismo deviene comparativamente fácil. Por la indagación incesante se destruyen los pensamientos y se realiza el Sí mismo —la Realidad plena en la que no hay siquiera el pensamiento «yo», experiencia a la que se alude como «Silencio»”.

Bhagavan Sri Ramana Maharshi

En el Ho’oponopono llegamos también a nuestro silencio interno, se le llama el vacío, donde los juicios y las opiniones no existen, solamente hay inspiración pura. En ese estado ya no tenemos que mirar la pantalla de nuestra vida contaminada con nuestras memorias y programas que ya no nos sirven. Podremos sentirnos en paz en el vacío donde las cosas que suceden son las correctas y perfectas para uno.

Nos hemos acostumbrado a ser dirigidos por el ruido de nuestra mente. Nos contamos una y otra vez nuestra historia personal, nos identificamos con ella y creemos que somos nuestra historia. Nos relacionamos, por medio de ella, con personas con quienes compartimos nuestra vida, incluso nos casamos y nos alejamos de quienes sentimos son una amenaza para nuestra historia. La historia de mi vida, como la de todos, no es más que un cúmulo de pensamientos, que prácticamente son siempre los mismos, los cuales nos contamos una y otra vez. Es sufrimiento, donde continuamente nos decimos “soy esto”, “soy aquello”, y donde muy rara vez hay un pensamiento nuevo. Es pura repetición y perpetuación de lo mismo, y allí estamos atrapados.

¿Has notado cuánta dedicación le pones a hablar de lo que has hecho y de lo que vas a hacer sin disfrutar de lo que pasa en el momento presente? Es lógico que no sepas quién eres, pero peor es que trates de definir quién sí eres, porque sólo cuando aceptamos que no sabemos es cuando experimentamos lo que somos.

A lo largo de la historia el hombre ha buscado cómo liberarse de la trampa mental, y básicamente lograr paz. De las técnicas más utilizadas, la meditación, en todas sus formas, permite apartarnos de la bulla de los pensamientos y de nuestra identificación con ellos. El Ho’oponopono nos ofrece una manera distinta de distanciarnos de nuestra charlatanería y de experimentar nuestro ser. Reconocemos cuándo entramos en ese espacio donde nos gobiernan nuestros pensamientos y los soltamos dejándolos ir sin identificarnos, y al hacer esto, estamos volviendo a contactar con nuestro ser verdadero.

Mabel Katz dice: “estamos acá para reparar, enmendar, y soltar lo que no somos y descubrir quiénes somos en realidad, mientras soltamos, borramos memorias y redescubrimos nuestro verdadero ser”. El Dr. Hew Len dice que venimos a este mundo a borrar, a limpiar las memorias erróneas de nuestro pasado, de nuestros ancestros y de vidas pasadas.

Jocelyne Ramniseanu: Palabras mágicas, cap. 1