Sobre la amistad

¿Por qué desea usted tener un amigo? ¿Acaso es porque necesita depender de él, contar con él, tener compañía? ¿Es a causa de su sentimiento de soledad, de su insuficiencia, que usted depende de otro para llenar ese vacío y, por lo tanto, utiliza al otro, explota al otro para encubrir su propia insuficiencia, su propia vacuidad y, debido a eso, considera a esa persona un amigo? ¿Es él un amigo en ese aspecto, en el de usarlo para su propio placer, su consuelo, etcétera? Investíguelo, señor, no acepte lo que estoy diciendo. Casi todos nos sentimos muy solos y, cuanto más envejecemos, más solos nos sentimos y descubrimos nuestro propio vacío.

Cuando uno es joven no le ocurren estas cosas. Pero a medida que va madurando ‑-si es que madura alguna vez– descubre por sí mismo qué significa sentirse vacío, solitario, no tener ningún amigo, porque uno ha llevado una vida superficial, dependiendo de otros, explotando a otros. Ha puesto su corazón, sus sentimientos en otros, y cuando ellos mueren o se van lejos, uno se siente muy solo, vacío y, a causa de esa vacuidad, hay autocompasión y uno sueña con encontrar a alguien que llene esa vacuidad. Esto es lo que está ocurriendo todos los días de nuestra vida.

Ahora bien, ¿puede usted ver esto y aprender al respecto? Aprender lo que significa sentirse solo y jamás escapar de ello. Mirarlo, vivir con ello, ver lo que implica, de modo tal que en lo psicológico, en lo interno no dependa de nadie. Entonces sabrá lo que significa amar.

J. Krishnamurti