La cábala en sus orígenes: Abraham Abiru (padre)

Al menos las personas de mi generación, cuando hemos querido buscar una espiritualidad profunda que nuestra alma reclamaba, pero que las formas estereotipadas de la religión en la que fuimos educados eran incapaces de proporcionarnos, hemos tenido por necesidad que volvernos hacia la luz de Oriente.

Es mucho lo que hemos aprendido. Hemos encontrado sistemas completos de desarrollo personal, libres del sentimiento de culpa en que se basaba nuestra motivación ética. Sobre todo, nos hemos dado cuenta que la espiritualidad – el sentimiento de unicidad con el Fundamento Divino de la realidad, llámese como se llame – no es patrimonio exclusivo de ninguna aproximación o vía, sino un estado de conciencia alcanzable por todos, de hecho el estado de ser humano realizado.