Las cosas pueden cambiarse

Sólo podemos «hacer» las cosas en relación con nosotros mismos: estas son las cosas con las que hemos de empezar. Pero nunca empezaremos a estudiarnos, mientras pensemos que podemos «hacer». Esta es una de nuestras máximas ilusiones.
Estas cosas pequeñas suceden de acuerdo con ciertas circunstancias definidas que las controlan. Piensa que usted las controla, pero en realidad ellas suceden. No podemos «hacer» porque estamos dormidos ¿Las personas dormidas cómo pueden «hacer»? Es necesario despertar; cuando uno está despierto, puede «hacer». «Hacer» es mágico.

Cambia tu vida y elige tu destino

La realidad se revela en toda su diversidad precisamente por eso: porque la cantidad de las variantes es infinita. Cualquier punto de partida desemboca en una cadena de relaciones entre causa y consecuencia. Al elegir el punto de referencia obtienes la forma correspondiente de manifestación de la realidad. Se puede decir que la realidad se desarrolla por la línea de la vida según el punto inicial elegido. Cada uno obtiene lo que elige. Tienes derecho a elegir precisamente porque ya existe infinidad de variantes. Nadie te prohíbe elegir el destino de tu agrado. Todo el manejo de un destino se reduce a algo simple: hacer la elección. El Transurfing contesta a la pregunta de cómo se hace.

Consciencia objetiva

El cuarto estado, que se llama consciencia objetiva, es inaccesible para nosotros porque sólo puede alcanzarse a través de la consciencia de sí, es decir, primero convirtiéndose en consciente de uno mismo, de manera que mucho después podemos disponernos a alcanzar el estado objetivo de la consciencia.

Somos el reflejo de nuestros pensamientos

Es importantísimo recordar que los problemas, las situaciones y las personas no existen fuera de nosotros tal como los percibimos sino que nuestra percepción es simplemente un reflejo de nuestros pensamientos. Los problemas tampoco son lo que pensamos que son. Nunca sabemos qué es lo que está pasando realmente. Los problemas son siempre “oportunidades”.

Mi vida no me gustaba, así que la cambie

«Me gustaba lamentarme y llorar mucho. Tenía buenas razones para sentirme víctima. Soy indio y a los indios los tratan como a perros. Nada podía yo hacer para remediarlo, de modo que sólo me quedaba mi dolor. Pero entonces mi buena suerte me salvó y alguien me enseñó a cazar. Y me di cuenta de que la forma como vivía no valía la pena vivirse… así que la cambié.»

Unidad del alma y la mente II

El alma no admitirá los objetivos falsos, pues tiene sus inclinaciones y necesidades. Al perseguir objetivos falsos no conseguirás nada o, al conseguirlo, comprenderás que ya no necesitas lo que acabas de obtener.

El Transurfing no tiene nada que ver con los péndulos; por tanto te ofrece un camino absolutamente contrario. No cambiar, sino aceptarte a ti mismo.