Confianza en ti mismo

La verdadera, serena confianza en sí mismo se basa sólo en la integridad y auto­suficiencia interior de una persona. Eso significa que tú no te estás comparando con nadie, y simplemente estás en absoluto equilibrio con tu alma. Tal equilibrio se logra en la unidad del alma y la men­te, cuando no sientes culpa, dependencia, superioridad, obligación, miedo ni preocupación. En otras palabras, no rompes el equilibrio con el mundo circundante ni contigo mismo. Vives en armonía con el mundo que te rodea y contigo mismo. Vives según tu credo. Por su­puesto, eso es lo ideal, pero a eso hemos de aspirar: es el único modo de obtener la verdadera confianza, o sea, la coordinación. La con­fianza lograda por cualquier otro medio será falsa.

Falta de fe e inseguridad

La paradoja es la siguiente: para obtener confianza en sí mismo, hace falta renunciar a ella. Las paredes del laberinto están hechas de importancia. Andas dentro del laberinto intentando deshacerte de la inseguridad y obtener confianza en ti mismo. Ahora bien, la seguridad es una quimera, es un invento más de los péndulos: un espejismo falso, una trampa para la importancia. La confianza en uno mismo es un juego de los péndulos, donde ellos siempre ga­nan. Donde haya fe siempre habrá lugar para la duda. De la misma manera, donde haya confianza habrá lugar para la vacilación y la in­decisión. La confianza es una especie de fe en el éxito. En cualquier guion es posible incluir una modificación negativa. Basta con una pequeña modificación para que se derrumbe la pared de confianza.

Desde mi ventana

Desde mi ventana Hay días en que llega un estado de inquietud producido por pensamientos y sentimientos que no puedes gestionar como te gustaría, la paz se aleja. ¿Cómo resuelvo esto? ¿Qué dirección tomar? ¿Dónde encuentro la respuesta? No lo sé. Nada llega. Dirijo me atención hacia la información que me consta, busco afuera, indago,

Junio 10- 2013 Desde mi ventana

Junio 10-2013           Desde mi ventana ¿Quién no se ha desencantado cuando la mano amiga en quien había puesto su confianza de redención, de salvación sutilmente desaparece? Creo que casi todos hemos vivido y vivimos constantemente esta experiencia. Me doy cuenta, reflexionando interiormente, que la tendencia usual es buscar siempre afuera de nosotros mismos el punto