¿QUIÉN SOY YO?

¿Quién soy yo? El cuerpo burdo que está compuesto de los siete humores (dhatus), no soy; los cinco órganos cognoscitivos de los sentidos, es decir, los sentidos del oído, el tacto, la vista, el gusto, y el olfato, que aprehenden sus respectivos objetos, es decir, el sonido, el tacto, el color, el gusto, y el olor, no soy; los cinco órganos de los sentidos cognoscitivos, es decir, los órganos del habla, la locomoción, el entendimiento, la excreción, y la procreación, que tienen como funciones respectivas, el hablar, el moverse, el entender, el excretar, y el disfrutar, no soy; los cinco aires vitales, prana, etc., que desempeñan respectivamente las cinco funciones de inhalar, etc., no soy; ni siquiera soy la mente pensante; tampoco soy la ignorancia, que sólo contiene las impresiones residuales de los objetos, y en la que no existe objeto ni función alguna.

Nuestra amenaza interior

Todo lo que experimentamos aparece por una razón. Queremos entender las razones por las que el crítico interior sigue apareciendo. Esto requiere práctica. Inicialmente, reconoceremos el impacto del crítico interno después del hecho, más tarde en el día, cuando nos sintamos inseguros o debilitados. A medida que aprendemos a percibirlos como síntomas de esta voz crítica interna y nos volvemos más curiosos acerca de ella, desarrollamos nuestra capacidad para ser conscientes de ello en el momento y ver qué lo desencadenó. En lugar de dejar que el crítico interno defina nuestra experiencia, comenzamos a identificar este patrón y comenzamos a elegir si queremos alinearnos con su perspectiva o no. Entonces podemos aprender de nuestras experiencias sin menospreciarnos.

TIEMPO Y ETERNIDAD

La eternidad, hemos dicho, no es sinónimo de un tiempo ilimitado, es la consciencia pura sin límites, es decir, sin sucesividad, sin tiempo. Y la puerta de esa consciencia pura sin tiempo, la puerta de la realidad, es lo más a mano pero lo menos advertido: el ahora, el momento presente.

Simplemente escucha, simplemente aquí

Simplemente escucha, simplemente aquí. El mejor regalo que le puedes dar a alguien es escucharlo atentamente. La capacidad de escuchar es la base de la relación. Pero, ¿qué estás haciendo, en realidad, cuando supuestamente estás escuchando? Lo más probable es que estés oscilando entre prestar atención y ser atraído por distracciones externas, o estás escuchando, y al mismo tiempo estás pensando en lo que esto te recuerda y cómo responderás a la historia que otro necesita compartir, y tu aprobación o desaprobación. Si eres como yo te formarás una opinión que estás deseando expresar. Pero, en la mayoría de los casos, no es necesaria.