¿Quién soy yo? El cuerpo burdo que está compuesto de los siete humores (dhatus), no soy; los cinco órganos cognoscitivos de los sentidos, es decir, los sentidos del oído, el tacto, la vista, el gusto, y el olfato, que aprehenden sus respectivos objetos, es decir, el sonido, el tacto, el color, el gusto, y el olor, no soy; los cinco órganos de los sentidos cognoscitivos, es decir, los órganos del habla, la locomoción, el entendimiento, la excreción, y la procreación, que tienen como funciones respectivas, el hablar, el moverse, el entender, el excretar, y el disfrutar, no soy; los cinco aires vitales, prana, etc., que desempeñan respectivamente las cinco funciones de inhalar, etc., no soy; ni siquiera soy la mente pensante; tampoco soy la ignorancia, que sólo contiene las impresiones residuales de los objetos, y en la que no existe objeto ni función alguna.
Conforme pasan los años es más fácil que la tristeza, la melancolía, o la pena lleguen en momentos sin avisar. Descubres que ya no sientes la misma gana por las cosas más simples que antes te hacían saltar el corazón. Esperas cada vez menos sorpresas o casi ninguna. No sé qué pasa, pero se pierde la fuerza de vivir, porque vivir es tener anhelo, levantarte por la mañana y abrir los ojos con propósitos que llevar a cabo. Es perderte en la necesidad por conseguir, ayudar, compartir, celebrar, cooperar, crear, amar, cocinar…, es verte en la mirada pura de un bebé o ayudar a memorizar las tablas de multiplicar a tu nieto o nieta, en fin, vivir también es ser en el otro.
Para mí, lo importante es poder ensamblar, hacer uno ambos caminos ya que en todo está Dios, simplemente hemos de ser conscientes de este hecho. En la simple labor de cada día, en nuestras relaciones con los demás y con nosotros mismos, hallar ese estado de plenitud que todo lo engloba, que todo abraza es la ambrosía de la humildad puesto que nos olvidamos de nuestro interés para penetrar en el interés y esencia de todo lo creado
Esta es la historia de un rayo de sol. La pepita dorada luce en la sonrisa, en el olor, en las palabras, en las miradas de todos los niños,
La puerta está abierta. Sé el cambio que quieres ver en el mundo. En la superficie del mundo ahora, hay guerras, violencia, y el futuro parece oscuro.
EL TESORO ESCONDIDO. Posiblemente, percibimos la vida actual llena de carencias. Acontecimientos externos nos invaden, desnudan y nos vacían de muchas cosas que creíamos necesarias e incuestionables para sentir la felicidad o al menos, cierta seguridad en el día a día.