Obstá­culo a la paz

Juntos desapareceremos en la Presencia que se encuentra detrás del velo, no para perdernos sino para encontrarnos a no­sotros mismos; no para que se nos vea, sino para que se nos conozca. Y al gozar de conocimiento, no quedará nada sin hacer en el plan de salvación que Dios estableció. Éste es el propósito de la jornada, sin el cual ésta no tendría sentido. He aquí la paz de Dios, que Él te dio para siempre. He aquí el descanso y la quietud que buscas, la razón de la jornada desde su comienzo. El Cielo es el regalo que le debes a tu hermano, la deuda de gratitud que le ofreces al Hijo de Dios como muestra de agradeci­miento por lo que él es y por aquello para lo que su Padre lo creó.

Expiación

Y cuando das a tu hermano libertad perfecta de ser, de ser cualquier cosa que elija experienciar sin juicio, sin condenación, su corazón, su ser, se abrirá hacia ti. Él se sentirá amado en tu presencia. Y te darás cuenta, de que TÚ, entonces, estás en presencia del Amor. Porque entenderás que eso es lo que tú eres.

Liberarse de la culpa

Para ser verdaderamente liberado de tu propia culpa, para ser liberado del descontento que te conduce a casa, si quieres descubrir la paz del Cielo, entonces hazlo así, entiende que no hay pasado, solo este momento. Y en este momento, el regalo que el Hijo de Dios te trae y que te traes a ti mismo, es y debe ser, un regalo de Amor. Porque no hay nada más que traer o dar. Comprende que todo, en espacio y tiempo, no importa lo torpe o tonto que parezca, es impulsado por la luz interna, que constantemente susurra en la mente del Hijo de Dios, «No estás en casa en este mundo. Y el camino a tu felicidad, el camino al Amor, el camino a la paz, es distinto del que sigues en este momento». Comprende que siempre es un regalo de Amor, puesto dentro de la mente del Hijo de Dios por EL Mismo, junto con la Voluntad de Dios. Y sobre todo, comprende que es el regalo de Amor a la Integración que es el Hijo de Dios.

Principio de Balance

Ya reparé lo que hice a los que herí, ahora me toca a mí, yo no voy a esperar a que alguien venga a hacer las reparaciones, yo conozco el funcionamiento de la mente y sé que cuanto más tiempo pasen abiertas estas heridas, más daño me hacen.

Tener resentimiento no es mejor que tener la culpa de haber herido a alguien: no es mejor ser la víctima que el victimario, ambos sufren en un nivel o en otro. Es imprescindible no sólo hacer que las personas a las que dañamos nos perdonen sino que debemos liberarnos de los resentimientos de los que nos hirieron.

Principio de Reparación

Uno debe entender que lo importante no es borrar el evento, porque los eventos no se borran, el pasado está ahí y no va a cambiar. El asunto es curar las heridas, hacer que a la otra persona ya no le duela, y también es importante recordar que la frase no indica cuales heridas, sino que sugiere que todas las heridas, incluso las nuestras.

Asumiendo responsabilidad

Asumiendo responsabilidad En Ho’oponopono se utiliza el término responsabilidad y es uno de los pilares fundamentales para comprender el proceso. Únicamente cuando asumimos que la causa está en nosotros es cuando podemos corregir el problema que lo creó. Si no asumimos que somos responsables, el proceso Ho’oponopono no tiene razón de ser. He tenido la