LA VIDA ES TRASPASANTE

  LA VIDA ES TRASPASANTE   Frente al fuego del hogar, hablando con mi mamá. Flavio —Desde que hablé con Aída, tengo más hambre. Ya sé que para cumplir mi misión tengo que comer y crecer; necesito mi cuerpo. Así que solté al perrito que estaba encerrado en mi panza, a mi parte animal. Yo

Dios en mí

Mi alma se debilita y pierde su luz cuando los días pesan sobre mí como losas de granito. Cuando los acontecimientos, las personas y los pensamientos se repiten sin prestarles atención. Cuando como por comer y ando por andar. Cuando miro el reloj constantemente y no sé para qué.     Cuando miro una flor