Somos el reflejo de nuestros pensamientos

Es importantísimo recordar que los problemas, las situaciones y las personas no existen fuera de nosotros tal como los percibimos sino que nuestra percepción es simplemente un reflejo de nuestros pensamientos. Los problemas tampoco son lo que pensamos que son. Nunca sabemos qué es lo que está pasando realmente. Los problemas son siempre “oportunidades”.