La elección más difícil

Tú no puedes establecer las leyes que gobier­nan el mecanismo de elección, ni tampoco puedes establecer las alternativas entre las que elegir. Pero sí puedes elegir; de hecho, tienes que hacerlo. Mas es aconsejable que aprendas cuáles son las leyes que pones en marcha cuando eliges y cuáles son las alter­nativas entre las que eliges.

El espacio de las variantes

En nuestro conocimiento, imaginamos el movimiento de la materia como una ley, más en la naturaleza este movimiento es engendrado de una forma natural, como infinita multitud de causas y consecuencias. En términos generales, los datos de todos los puntos de movimiento posibles de la materia se guardan en algún campo de información al que llamaremos espacio de las variantes. Este espacio contiene la información sobre todo lo que hubo, hay y habrá.

El poder de elegir

El contexto de responsabilidad nos devuelve particularmente uno de los grandes poderes del ser humano el poder de elegir. Utilizando este poder con sabiduría podemos experimentar la vida más conscientemente y de esta forma evolucionar más de prisa.
Como víctima, nos sentimos impotentes, prisioneros en el seno de un mundo absurdo. El contexto de responsabili­dad, por el contrario, nos hace sentir que en cada instante tenemos el poder de elegir y de volver a elegir nuestra vida. Por supuesto que hay situaciones difíciles, pero al estar en contacto con nuestro poder, somos capaces de entrar en contacto con una gran fuerza interior que nos permite hacerles frente. Este sentimiento de ser creadores de nuestra vida nos devuelve todo el sentido de la grandeza y de la dignidad de nuestra propia humanidad.

Responsabilidad

Muchas personas en crecimiento consciente se dan cuen­ta después de varios años que efectivamente han educado sus hijos con unos principios que ahora descubren inapropiados e incluso destructores. Además, para aliviar la conciencia de un peso inútil, recordemos que nuestros hijos nos han elegi­do exactamente como somos, con nuestras cualidades y nuestros defectos (lo que se ha dicho anteriormente sobre la culpabilidad se aplica directamente aquí). No podemos hacer más, de lo que nuestro grado de evolución nos permite o nos ha permitido hacer. Nuestros hijos nos han elegido así. A nivel de sus Ellos, cuando eligieron, conocían los límites de nuestra personalidad. Somos, o hemos sido, los padres per­fectos para nuestros hijos, perfectos en el sentido que he­mos sido nosotros los elegidos por ellos para evolucionar y crecer en su vida.

Intención exterior

Intención exterior Hay dos potenciales excesivos que nos impiden conseguir el objetivo: el deseo y la fe. Para ser más exactos: el deseo apasionado de conseguir el objetivo cueste lo que cueste, y la lucha contra las dudas que puedas tener sobre posibilidades de lograrlo. Cuanto más ansiado sea el objetivo, más peso obtiene la