El amor, el sexo y la vida religiosa

Todas las religiones nos han dicho que debemos negar el sexo, reprimirlo, porque según ellas es un desperdicio de energía y uno debe tener energía para encontrar a Dios. Pero esta clase de austeridad, de dura represión y ajuste a una norma, ejerce una violencia brutal sobre todos nuestros más finos instintos. Este tipo de cruel austeridad es un desperdicio de energía mayor que el de la indulgencia en el sexo.