Tú no eres responsable

Todas las cosas en el universo están funcionando a la perfección. El universo funciona por sí mismo, y nada está errado o fuera de lugar jamás. Tú únicamente puedes estar aquí [en Él], vivo, sorprendido por lo que ocurra luego. Tú eres una criatura con conciencia (o así lo parece), y eso es todo lo que has ‘conseguido’: conciencia. La conciencia no tiene el poder de cambiar nada. Es meramente consciente. Es consciente de ‘LO QUE ES’, pero no modifica ‘lo que es’. Todo aquello aparte de esta simple conciencia presente ocurriendo, puede ser descartado como irrelevante.

A Dios le encanta jugar al escondite

La mayoría de nosotros tiene la idea de que «Yo mismo» es un centro separado de sensación y acción, que vive dentro del cuerpo físico y está limitado por él; este centro «enfrenta» un mundo «exterior» de gentes y cosas, toma contacto por medio de sus sentidos con un universo ajeno y extraño. Algunas frases de uso diario reflejan esta ilusión: «Vine a este mundo…» «Debes enfrentar la realidad…» «La conquista de la naturaleza».

EL CAMINO HACIA SÍ MISMO

Para mí, lo importante es poder ensamblar, hacer uno ambos caminos ya que en todo está Dios, simplemente hemos de ser conscientes de este hecho. En la simple labor de cada día, en nuestras relaciones con los demás y con nosotros mismos, hallar ese estado de plenitud que todo lo engloba, que todo abraza es la ambrosía de la humildad puesto que nos olvidamos de nuestro interés para penetrar en el interés y esencia de todo lo creado