En el prólogo a su edición de las Upanishad, Raimon Panikkar afirmaba que esta obra es “uno de los documentos sapienciales más antiguos y profundos de la humanidad” quizá porque según la tradición védica, se trata de un texto apauruseya, “sin hombre” es decir, son unas palabras primordiales que fueron transmitidas a la humanidad en su origen. Por eso, las Upanishad, al igual que todas las Escrituras sagradas, no proponen al lector un mundo mejor sino que describen otro mundo, no se refieren a este mundo ni intentan mejorarlo, dan a conocer otro mundo, el mundo por venir y esto es algo que vale la pena recordar en una sociedad como la nuestra en la que la ganancia inmediata es lo que más prima.
Visión para el siglo XXI El propósito de las palabras Con una sola palabra podemos llegar a herir los sentimientos de otra persona o enfurecerla, pero lo opuesto es cierto también: una sola palabra que pronunciemos puede hacer a otra persona feliz o aliviar el dolor que padece. Sin embargo, el propósito de las