El mundo es un espejo dual, en un lado del cual está la realidad material, y en el otro el espacio metafísico de variantes. Un ser humano es consciente de la realidad en el modo en que a él o ella le fue enseñado.
La vida es como un sueño inconsciente que estás teniendo mientras duermes despierto, porque no tienes un punto de apoyo respecto a la realidad. Baja al auditorio y observa, actúa desapegado, alquilándote y permaneciendo como un observador.
¿Si, en alguna parte en el espacio de variantes, hay un punto de apoyo antes de que renazcas en otra vida, respecto al cual nuestra vida puede considerarse un sueño, entonces qué marca el comienzo de este punto de origen? Evidentemente, Dios Omnipotente mismo. El alma de cualquier ser vivo es parte de Dios. Y cualquier vida es Su sueño. Podrías llegar a preguntar: ¿tiene Dios un punto de apoyo?
Dejemos que aquellos que alimentan esperanzas se rompan la cabeza con esta pregunta. Uno podría igual también hacer la pregunta: ¿hay algo más allá del universo visible? No sabemos, del mismo modo que las mariposas que recolectan néctar en África nunca descubren que América también existe y que crecen flores ahí también.
¿No es el mundo suficientemente glorioso? ¿Por qué pedir que nos den una explicación para todo? Podemos simplemente disfrutar de las flores a nuestro alcance.
El dualismo es una parte integral de nuestra realidad. Por ejemplo, el alma pertenece al espacio de variantes, mientras la mente pertenece al mundo material. La intención interna trata con la realidad material, mientras la intención externa trata con los sectores virtuales del espacio de variantes.
El ejemplo más increíble de esto todavía tenemos que ser nosotros seres vivos que combinamos tanto lo físico como lo espiritual en nosotros mismos. Vivimos, en un sentido, en la superficie de un gigantesco espejo, en un lado del cual está nuestro universo material, con el negro infinito del espacio de variantes en el otro.
En tal posición única, sería en todo caso miope vivir sólo dentro de los límites de una visión del mundo ordinaria y usar sólo un lado, el lado físico de la realidad. Vas a descubrir cómo manejar el espejo dual del mundo, y luego serás capaz de lograr cosas que parecían imposibles antes. Aprenderás que tus posibilidades son sólo limitadas por tu intención.
Ahora que conoces el mecanismo detrás de las nuevas tendencias, puedes seguir adelante, sin mirar atrás al resto del mundo, y usar tu legítimo privilegio – ser tú mismo. Este es el único modo en que tú serás capaz de realizar tu oportunidad y anunciar tu individualidad única al mundo entero. Los péndulos no pueden soportar a los individuos únicos – ellos estarán obligados a hacer una estrella de ti. Deja de perseguir la sombra, empieza a moverte por ti mismo, y entonces a los péndulos no les quedará otro remedio que seguirte. Tú eres capaz de convertirte en el que establece el tono, porque las cualidades de tu alma son únicas, y en el espacio de las variantes una nube individual de lujo ha sido preparada para ti – te está esperando. ¿Así que qué estás esperando? ¡Anuncia tu declaración de intenciones!
Todo lo que necesitas hacer es despertar y mirar el juego con los ojos de un espectador, sin dejar el escenario.
Lo único que no puedes hacer es juzgar o, lo que aún peor, despreciar a la otra gente. Si como resultado de volverte consciente de la situación, empiezas a compararte con aquellos que están ‘dormidos’, se producirán relaciones de dependencia, se reforzará la polarización, y el ‘despierto’ inevitablemente se convertirá en un marginado. Es muy importante recordar que rechazar la regla del péndulo no es suficiente – tienes que sustituirla por la regla del Transurfing: ‘Permítete ser tú mismo, y deja que una persona diferente sea diferente.’
Hay una particular ley de la mala suerte. Un asunto o un rasgo al que uno atribuye especial importancia atrae objetos con cualidades opuestas.
Todo lo que tienes que hacer es implantar la principal regla del Transurfing: Déjate ser tú, y deja a una persona diferente ser diferente. Tienes que dar al mundo rienda suelta. Aligera tu agarre.
Cuanto más insistes en tus deseos y quejas, más fuerte atrae el imán todo lo que es opuesto. Esto es literalmente lo que sucede: tú coges al mundo por el cuello, mientras él te contrarresta, tratando de liberarse.
Es inútil tratar de empujar e insistir – la situación sólo empeorará. En su lugar, tienes que hacer un cambio consciente en tu actitud hacia la situación, de conformidad con la regla del Transurfing.