El Espíritu del valle

El Espíritu del valle. Hacía días que los vientos fríos del invierno empezaban a alejarse,  dejando espacio a unas mañanas más suaves y luminosas. Los rayos del sol penetraban la tierra despertando  la naturaleza. Las plantas y árboles lo agradecían, exhalando de su cuerpo  nuevos brotes de un  tímido verde brillante.