El despertar

Una vez fuimos un gran Equipo. Una verdad, una familia.

Nacidos como Uno, nos dividimos. Tribus, facciones, clanes, naciones, religiones, ideologías, ejércitos.

Mi Dios contra tu Dios. Mi verdad contra la tuya.

Nos mataos unos a otros en números incalculables.

Dejamos de escucharnos, dejamos de mirarnos a los ojos.

Caímos en el delirio, adorado en el altar de la creencia.

El despertar

Algunos de nosotros, ahora despertamos.

Una familia de nuevo; un equipo.

Nos reconocemos a nosotros mismos y a los demás como 

Presencia; no muchas presencias, sino Una.

Sin religión, sin linaje.

Diferencias, sí; pero ninguna separación esencial.

Celebrando nuestra diversidad, recordando nuestra naturaleza compartida.

A medida que se intensifica la ilusión, también lo hace la llamada a despertar.

A medida que las sombras se hacen más intensas y oscuras, la fuente de Luz se hace más evidente y clara.

La oscuridad es sólo un llamado a la luz.

A medida que el ego muere, ruge.

Dos no pueden convertirse en uno, por supuesto, pero Uno puede recordar que realmente nunca fue dos.

Quizá aún tengamos una oportunidad.

 

Jeff Foster