No necesitas perdonar

No te fuerces a practicar esta cosa llamada perdón. El perdón viene a su manera, a su tiempo, o no, mientras haces la difícil labor de estar más presente para ti mismo. Esa es la verdadera práctica del perdón: Sentir, conocer, expresar, oír, validar tu propio dolor, escuchar al herido que está dentro, al enojado, al traicionado, al que era demasiado joven o demasiado temeroso para hablar o contraatacar.

Rompimiento

A veces no llegas a ser un Buda.
A veces solo tienes que romperte. Y sentir.
Tienes que perder tu precioso ‘despertar espiritual’.
Solo tienes que ser un ser humano, sentir.
A veces resurge el viejo dolor. Viejo miedo. Tristeza. Trauma.
El dolor abrasador del niño abandonado. La rabia de un universo olvidado.
Y de repente, todas sus intuiciones espirituales se desmoronan, todas las hermosas palabras espirituales de los hermosos maestros espirituales, todos los conceptos e ideas sobre el despertar y la iluminación, y la perfección pura de la conciencia pura e inmaculada, y el Yo desinteresado y el yo.

El círculo de la vida no toma ‘partidos’

En todo el mundo, y en las noticias todos los días, gente matando gente. Gente de un ‘lado’ matando gente del otro ‘lado’. 
Cada ‘lado’ alegando que tienen razón. Cada ‘lado’ se aferra a un dolor antiguo, cada ‘lado’ no está dispuesto a ser el primero en dejarlo ir, presentando todas las razones del mundo por las que no pueden y no lo harán.
Una trágica historia tan antigua como la humanidad misma.

El despertar

Una vez fuimos un gran Equipo. Una verdad, una familia.
Nacidos como Uno, nos dividimos. Tribus, facciones, clanes, naciones, religiones, ideologías, ejércitos.
Mi Dios contra tu Dios. Mi verdad contra la tuya.
Nos mataos unos a otros en números incalculables.
Dejamos de escucharnos, dejamos de mirarnos a los ojos.
Caímos en el delirio, adorado en el altar de la creencia.

El fin de la espiritualidad

Soy invisible porque me he convertido en todo lo que se ve y todo lo que se conoce y desconoce todavía.
No practico la espiritualidad.
He sido destruido, deconstruido, deshuesado y nacido de nuevo, reconstituido como hombre, informe como forma.
He sido recreado inseparable de esta ordinariedad, resucitado con el vientre de los pájaros riendo en los cables eléctricos al amanecer.

Creación y Destrucción del Karma

La ley es simple. Cada experiencia se repite o se sufre hasta que la experimentas adecuada y completamente por primera vez.
Un momento presente no es sólo un momento presente. Es precioso y sagrado y está preñado de potencial.
Es una invitación para liberar a tus seres queridos de “ti”, ahora y en las generaciones futuras al dejar de participar en la creación del karma.
Liberándote a ti de esa manera, liberas al universo para siempre.