Las diferentes personalidades

Cuando hablé primero sobre los muchos «yoes» que hay en nosotros, dije que nuevos «yoes» saltan a cada momento, controlan las cosas por breve tiempo y desaparecen, y muchos de ellos jamás se encuentran. Cuando usted comprende que no es uno solo, que son muchos, que puede conocer algo como cierto por la mañana y no conocer nada de ello por la tarde, entonces este darse cuenta es el comienzo. No quiero decir que si comprende esta pluralidad puede cambiarla y tomarse diferente; pero este darse cuenta es el primer paso.

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En este sistema, el vocablo «yo» puede pronunciarse de cinco maneras, en cinco niveles diferentes. El hombre en su estado corriente es una multiplicidad de «yoes»: este es el primer significado. Cuando un hombre decide trabajar, aparece un «yo observador» o un grupo de «yoes» (representado en negro, en el diagrama); éste es el segundo significado. El tercer significado, indicado por el círculo más pequeño, es cuando aparece el Sub-mayordomo. Este tiene control sobre una cantidad de «yoes». El cuarto significado, indicado por el círculo medio, es cuando aparece el Mayordomo. Este tiene control sobre todos los «yoes». El quinto significado es el del Amo. Está dibujado como el gran círculo exterior, pues tiene un Cuerpo Temporal. Conoce el pasado y también el futuro, aunque debe tener diferentes grados de esto.

2Portapapeles-1Tenemos bastantes «yoes», ellos se acrecientan. El objetivo es conectarlos y ayudarlos a convertirse en un solo «yo» interesado en el trabajo. Si muchos «yoes» se interesan y no se conocen uno al otro, un «yo» o grupo de «yoes» puede hacer una cosa, y otro otra cosa, sin saber. Usted puede decir «yo», al hablar de sí mismo, sólo en relación con su trabajo con un objetivo definido: el estudio de si, el estudio del sistema, el recuerdo de sí, etc. En otras cosas debemos comprender que esto no es realmente usted, sino sólo una partecita de usted, imaginaria en su mayor parte. Cuando usted aprenda a distinguir eso, cuando eso se convierta casi en un hábito (en el sentido de ser constante), se sentirá en el camino correcto. Pero si siempre dice «yo» a todo sin discriminación, eso sólo ayuda a sus tendencias mecánicas y las fortalece. ¡Y qué cantidad de cosas hacemos sin querer hacerlas! Tenemos que hacer esto y aquello, pensamos sobre esto, sentimos sobre aquello, y así una cosa tras otra toma toda nuestra energía, y nada queda para el trabajo real.

Puede decir que las personalidades consisten en diferentes «yoes». Cada cual puede encontrar en sí diversas personalidades, y el real estudio de sí empieza con el estudio de estas diferentes personalidades, porque no podemos estudiar a los «yoes», hay demasiados de ellos. Pero con las personalidades es más fácil, pues cada personalidad o grupo de «yoes» significa alguna inclinación especial, una tendencia especial, o a veces una aversión.

El estudio de sus gustos particulares ayudará a ver las personalidades. Por ejemplo, si encuentra algo que claramente le gustó a lo largo de su vida desde la niñez, verá que en torno de eso hay construida cierta personalidad. Somos criaturas de gustos; nos gustan toda clase de cosas, pero sólo tenemos cierta cantidad de gustos genuinos. Estudiándolos, uno descubre las personalidades.

Las personalidades pueden ser muy diferentes. Algunas se basan en hechos reales y gustos e inclinaciones reales, mientras otras se basan en la imaginación y en ideas equivocadas sobre uno mismo. De modo que es necesario separar las personalidades que pueden usarse de algún modo, de las que no pueden ser útiles para el autodesarrollo, y por ende han de ser destruidas, o al menos subyugadas.

P. D. Ouspensky: El cuarto camino, cap. VII