No te defiendas

No te defiendas.

Cuando tratas de defenderte estás dando demasiada importancia a las palabras de los otros y das más fuerza a sus opiniones.

Si aceptas el no defenderte estás mostrando que las opiniones de los demás no te afectan, que «escuchas».

Que son simplemente opiniones y que no tienes que convencer a los otros para ser feliz.

Tu silencio interno te vuelve sereno.

Practica el arte de no hablar.

Progresivamente desarrollarás el arte de hablar sin hablar y tu verdadera naturaleza interna reemplazará tu personalidad artificial dejando brotar la luz de tu corazón y el poder de la sabiduría, el «noble silencio».

Respeta la vida de los demás y de todo lo que existe en el mundo.

No trates de forzar, manipular y controlar a los otros.

Conviértete en tu propio maestro y deja a los demás ser lo que son o lo que tienen capacidad de ser.

Instálate en el silencio y la armonía de todo el universo.

Thich Nhat Hanh