EL EGO

¿De dónde procede el ego?

El ego viene de un solo sitio, de lo único que existe eternamente y eso es la Consciencia. Por esa razón Ramana Maharshi dice: “Encuentra la fuente del ego. ¿Quién está haciendo esto? ¿Quién quiere saber?”. La mente no puede hallar una respuesta. La razón de estas preguntas no es hallar una respuesta. Pero cuando no hay respuesta, la mente se asienta. El ego no es algo de lo que debamos avergonzarnos o asustarnos. El ego es un mero reflejo de esa misma Consciencia impersonal. Esta comprensión devuelve al ego a su origen. El principal problema es temer al ego. Aceptemos al ego junto con todo lo demás, como parte del funcionamiento de la Totalidad y limitémonos a observar lo que sucede. Entonces no habrá problemas.

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¿Cómo se acepta al ego?

La persona normal y corriente que no es una buscadora no se preocupa por su ego. Está muy satisfecha  de ser el ego. Al buscador se le ha dicho y condicionado durante siglos: “El ego es el problema. Has de matar al ego, has de hacer esto, has de hacer aquello”. Al buscador se le ha dicho desde el principio que el ego es malo. “Te has de deshacer de él”. ¿Quién se ha de deshacer de él? El ego no está preparado para cometer el haraquiri. Se resistirá. Esta es la razón por la que en los momentos de meditación o silencio, el ego tiene miedo y dice: “No malgastes tu tiempo, esto es ridículo.” Ve a hacer tus cosas, haz algo”.

¿Desaparece totalmente el ego cuando se produce la iluminación?

El ego desaparece por completo cuando la iluminación es completa, es decir, el sentido de acción personal desaparece. Entonces por razones prácticas, el ego desaparece. La identificación con el cuerpo continúa, porque el cuerpo-mente ha de funcionar. La identificación con el hacedor individual ya no existe.

¿Es el ego el que se interpone en el camino o ensombrece la expresión de la Consciencia pura?

El ego es la consciencia identificada. Cuando la Consciencia impersonal se identifica con el organismo personal, aparece el ego. El ego carece de existencia independiente. No es más que un reflejo de la Consciencia, que al identificarse ha creado al ego. Por consiguiente, decir “Mata al ego, combate al ego” es una tontería. ¿Qué es el ego? Es la expresión individual de esa misma Consciencia impersonal. La Consciencia impersonal ha creado al ego, que luego se dirige hacia su fuente. ¿Por qué luchar contra el ego? Basta con observar sus tonterías. Cuando el ego hace algo, es la propia mente del ego la que dice: “No se debería hacer”. Cuando comprendemos que no hemos de luchar contra el ego, que basta con observarlo, éste ya no es un obstáculo, un enemigo. El ego no es más que ficción. ¿Por qué tendríamos que combatir una ficción?

Es lo mismo que con la educación de un hijo. Si riñes a los niños porque se portan “mal” y les prohíbes hacer algo, no haces más que empeorar las cosas.

Justamente, el ego lo que quiere es resistencia. Cuando comprendemos que el ego no es más que una ficción, ya no hay lucha. Comprender significa ausencia de expectativas, aceptar lo que nos depare el mañana. “El que tiene, tendrá más; el que no tiene, incluso eso perderá.” Cuando las expectativas y los deseos desaparecen, estamos abiertos a la naturaleza. La base de la comprensión no es no querer. Dejemos que las cosas sigan su curso. Con esta comprensión, sorprendentemente, las cosas parecen mucho más leves y sencillas.

Ramesh Balsekar