Reconocimiento del trabajo de los Ángeles

Conocer lo que está haciendo el Ángel, es tan sólo una fase preliminar. El punto clave, tal como dije antes, es que en un momento dado- y dependiendo de la actitud que adopten los propios seres humanos, podrá ser antes o después o, en el peor de los casos nunca- una triple verdad le será revelada a la humanidad por medio de los Ángeles.

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PRIMERO: se demostrará que el hombre, movido por un auténtico interés, será capaz de comprender el aspecto más profundo de la naturaleza humana. Llegará un tiempo-y no pasará desapercibido- en el que, a través de su Ángel, y fuera del mundo espiritual, los hombres recibirán un impulso que despertará un interés mucho más profundo en cada uno de ellos, y este impulso será el mayor de todos cuantos hayamos podido recibir en la actualidad. El aumento de este interés hacia nuestros semejantes no se desarrollará de una forma pausada y subjetiva, tal y como preferiría la gente sino que, por medio de un impulso repentino, cierto secreto le será inspirado al ser humano desde el ámbito espiritual, es decir, lo que realmente es el otro ser humano. Con ello me refiero a algo muy concreto y no a cualquier tipo de consideración teórica. Los hombres aprenderán de qué forma despertar su interés por cada individuo en particular. Este es el punto clave y esto es lo que afectará a la vida social en particular.

SEGUNDO: desde el mundo espiritual, el Ángel revelará al hombre que, además de otras cosas, el Impulso del Cristo postula una completa libertad en los asuntos de la vida religiosa y que, precisamente, el único cristianismo es aquel que hace posible una absoluta libertad.

TERCERO: una incondicional comprensión con respecto a la naturaleza espiritual del mundo.

Tal como dije antes, este acontecimiento debería tener lugar de tal forma que el Alma Espiritual del ser humano pudiese participar en él. Esto es algo inminente en la evolución de la humanidad, porque el Ángel está actuando con este fin a través de imágenes trazadas en el cuerpo astral del hombre.

Pero debemos recalcar que este inminente acontecimiento confronta la voluntad del hombre. Muchas de las cosas que deberían dirigirse hacia el conocimiento consciente de este acontecimiento podrían permanecer y, de hecho, todavía están por hacer.

Pero, tal como sabéis, también existen otros seres que participan en la evolución del mundo; seres interesados en desviar al hombre de su propio camino: estos son los seres Arimánicos y Luciférinos. Lo que acabo de decir forma parte de la evolución de la humanidad, divinamente dispuesta. Si el hombre siguiese los dictados de su propia naturaleza, no le costaría tanto llegar a percibir lo que está haciendo el Ángel en su cuerpo astral; pero el propósito de los seres Luciféricos es el de no permitir que los hombres puedan hacerse una idea del alcance de la labor de los Ángeles. Y llevan a cabo este propósito reprimiendo la libre voluntad del hombre. Intentan que el hombre sea incapaz de ejercitar la comprensión de su libre albedrío.

Es cierto que desean hacer que éste sea bueno- porque bajo el aspecto al que ahora me estoy refiriendo, Lucifer desea que haya bondad y espiritualidad en el hombre- pero una bondad automática, una espiritualidad automática, sin libre albedrío. Lucifer desea que el hombre, guiado por unos principios realmente buenos, sea conducido automáticamente hacia la clarividencia, pero quiere privarle de su libre albedrío, privarle de la posibilidad de cometer cualquier tipo de fechoría. Lucifer desea convertir al hombre en un ser que aun a pesar de funcionar a través del espíritu, actúe como un reflejo, como un autómata, sin libre albedrío.

Los Ángeles y el cuerpo astral, Rudolf Steiner