Rendirse y dejar Ir 2

A menudo nos preocupa que de alguna manera nos hemos salido del camino. Creemos que tal vez nuestra vida está fuera de camino, y hemos cometido errores que son irreparables. Tal vez le preocupe no estar exactamente donde cree que debería estar, ya sea el trabajo que pensó que tendría para esta edad, el estado de la relación o el lugar donde viviría en este momento de su vida. Si no estás donde creías que estarías, puedes sentirte un fracaso. A este destino lo llamo desastre, la sensación de que nuestra vida está fuera de camino. Este ciclo interminable nos mantiene constantemente alcanzando las expectativas que nos hemos impuesto. Estas expectativas generalmente se derivan de necesidades insatisfechas, y nuestra mente nos dice que esto es lo que debemos hacer, ser, lograr para ser cumplidos. Si, por algún motivo, la vida no coincide con nuestros planes, nos responsabilizamos y sentimos que fracasamos.

Rendirse y dejar Ir

Cuando sueltas a quien crees que se supone que eres, el universo puede entrar en acción y ayudarte a convertirte en quien realmente QUIERES ser. Si sientes que estás fuera de la pista y constantemente te estás poniendo al día con algún ideal establecido para tu vida, lo mejor que puedes hacer es la dulce rendición.

Rendirse no es darse por vencido o decir que todo está perfectamente bien; es la voluntad de liberarse enérgicamente de intentar controlar el resultado. Es agotador tratar de estar a cargo todo el tiempo, por lo que rendirse dulcemente es tu clave para la felicidad. Rendirse es reconocer y aceptar lo que no puedes cambiar. Hacemos esto liberando expectativas.

Intentamos controlar nuestra vida por lo que pensamos que va a suceder si no lo hacemos. Básicamente, nuestro control proviene del miedo. El control es el resultado de estar apegado a un resultado específico, uno que estamos seguros es el mejor para nosotros. A menudo digo que cuando tratamos de controlar una situación estamos tratando de jugar a DIOS. Cuando estamos apegados al resultado, el universo no puede entrar y ayudar a darnos lo que realmente necesitamos. La verdad: la energía detrás de la rendición logra mucho más que la energía desesperada del control. Piensa en la diferencia entre los dos. La energía de control es estricta, restringida y, a menudo, maníaca. Su mente puede cambiar del pasado al futuro muy rápidamente a medida que intenta encontrar la solución. Ahora cambie al modo de rendición; estás tranquilo, pacífico y conectado con tu verdadero yo.

Estás más presente en el momento y puedes ver que están sucediendo cosas detrás de escena para ayudar a satisfacer tus deseos y necesidades. Tú confías. Dejas ir el apego al estar presente en este momento. Si estás obsesionando y microgestionando todos los detalles de tu vida, puedes garantizar que estás sin apoyo… Entra en la dulce rendición yendo hacia adentro y repitiendo este mantra.

“Permito que mi vida se desarrolle naturalmente.
Confío en que todo está en el orden correcto.
El universo apoya mis deseos y a mí «.

Shannon Kaiser