las oraciones no son como simples ejercicios fonéticos, no son como las palabras mágicas de la imaginería popular, no tienen ningún poder si uno no entiende lo que está pidiendo, si no comprende que dice y por qué lo dice.
La palabra es un elemento muy importante para la vida del ser humano, es en sí el uso de un lenguaje estructurado lo que lo separa verdaderamente del resto de los animales. Es claro que hablar y decir es un don supremamente poderoso, tanto que si observamos el mundo que nos rodea, todo el ambiente que hemos construido como civilización, como humanidad, veremos que no hubiese podido ser si no existieran los idiomas, y el precioso don de la palabra.
La palabra es lo que hace humano a un humano, es lo que lo eleva por encima de los otros animales, y de hecho es la parte humana del humano la que habla, el Uhane.