Ho’Oponopono Auto-Identidad

las oraciones no son como simples ejercicios fonéticos, no son como las palabras mágicas de la imaginería popular, no tienen ningún poder si uno no entiende lo que está pidiendo, si no comprende que dice y por qué lo dice.

La palabra es un elemento muy importante para la vida del ser humano, es en sí el uso de un lenguaje estructurado lo que lo separa verdaderamente del resto de los animales. Es claro que hablar y decir es un don supremamente poderoso, tanto que si observamos el mundo que nos rodea, todo el ambiente que hemos construido como civilización, como humanidad, veremos que no hubiese podido ser si no existieran los idiomas, y el precioso don de la palabra.

La palabra es lo que hace humano a un humano, es lo que lo eleva por encima de los otros animales, y de hecho es la parte humana del humano la que habla, el Uhane.

Principio de Balance

Ya reparé lo que hice a los que herí, ahora me toca a mí, yo no voy a esperar a que alguien venga a hacer las reparaciones, yo conozco el funcionamiento de la mente y sé que cuanto más tiempo pasen abiertas estas heridas, más daño me hacen.

Tener resentimiento no es mejor que tener la culpa de haber herido a alguien: no es mejor ser la víctima que el victimario, ambos sufren en un nivel o en otro. Es imprescindible no sólo hacer que las personas a las que dañamos nos perdonen sino que debemos liberarnos de los resentimientos de los que nos hirieron.

Principio de Reparación

Uno debe entender que lo importante no es borrar el evento, porque los eventos no se borran, el pasado está ahí y no va a cambiar. El asunto es curar las heridas, hacer que a la otra persona ya no le duela, y también es importante recordar que la frase no indica cuales heridas, sino que sugiere que todas las heridas, incluso las nuestras.