Dos estructuras mental-emocionales, en gran parte relegadas al inconsciente, se encuentran principalmente en la base de este estado de ánimo. Ellas se apoyan sobre un sentimiento de carencia, en lo que toca a la primera, y sobre un sentimiento de impotencia, en lo que respecta a la segunda. En general, la instalación de estas estructuras se ha realizado a partir de ciertas experiencias procedentes de la niñez.
El estado de ánimo de víctima, que es el mecanismo mental-emocional que vamos a examinar, con todas las variantes, es una de las fuentes principales de la negatividad que contamina actualmente todos los niveles del planeta. Sin embargo, una parte de la humanidad ya está dispuesta a funcionar hoy sobre otras bases. Nuestro objetivo es ayudar a cada uno a liberarse de las cadenas que le impiden expresar su Ser real y profundo, que está formado por sabiduría, belleza y amor, aprendiendo a encontrar realmente la felicidad y la libertad.