No te opongas. No los hagas responsables ni creas lo que estás oyendo. Sabes que el Amor, nuestro verdadero estado, jamás se opone. El amor simplemente es y no puede tener opuestos. Lo que aparece como opuesto es irreal y, por lo tanto, es locura. No creas en lo que no existe
Repentinamente, surgió de la nada un aparente pensamiento en la mente de uno de los Hijos de Dios: ¿”Puede haber un opuesto a aquello que es”? Un componente-Hijo, una parte del Todo, quería tener la experiencia de ser el Todo, la Fuente de todo Ser, y quería negar y reemplazar a nuestra Fuente. Inherente a este pensamiento era el limitar lo ilimitado, darle forma a lo informe, concretizar la abstracción y fabricar lo específico; en resumen, un rechazo a nuestro Creador-Fuente y a la creación establecida por Él; un pensamiento inconcebible en la Realidad, más concebido de algún modo.
Somos una Idea en la Mente de Dios, y esta Idea, sin limitación alguna, se compone de un número infinito de Pensamientos. Todos estos Pensamientos son los Hijos de Dios y la Idea unificada -el Cristo- es el Hijo. Por lo tanto, todos los Pensamientos de Dios son creación y, puesto que la Mente se extiende, los Pensamientos ilimitados que la Mente de Dios extiende son el Cristo. Somos los pensamientos informes que pulsan desde esta vasta mente, más estos pensamientos son abstractos y no tienen contraparte para las formas específicas del mundo. Como pensamientos en la Mente de Dios, emulamos el proceso de la creación, y nuestras extensiones son nuestras creaciones.