Despierta del sueño

Somos una Idea en la Mente de Dios, y esta Idea, sin limitación alguna, se compone de un número infinito de Pensamientos. Todos estos Pensamientos son los Hijos de Dios y la Idea unificada -el Cristo- es el Hijo. Por lo tanto, todos los Pensamientos de Dios son creación y, puesto que la Mente se extiende, los Pensamientos ilimitados que la Mente de Dios extiende son el Cristo. Somos los pensamientos informes que pulsan desde esta vasta mente, más estos pensamientos son abstractos y no tienen contraparte para las formas específicas del mundo. Como pensamientos en la Mente de Dios, emulamos el proceso de la creación, y nuestras extensiones son nuestras creaciones.

Responsabilidad-atracción-creación

La liberación de las emociones negativas y la plenitud del ser a nivel personal no pueden ha­cer otra cosa que acarrear consecuencias extremadamente positivas a nivel colectivo: social, nacional e internacional. Lo que ocurre fuera, en el mundo, no es más que el reflejo del estado de conciencia de la humanidad. Sólo mediante un cambio de la conciencia personal en primer lugar, que más tarde resultará colectivo naturalmente, podrán cambiar los acontecimientos exteriores. Cuando los seres humanos elijan paradigmas que les permitan vivir en paz con ellos mismos y con sus prójimos, tendremos la posibilidad de construir un mundo de comprensión, de ayuda mutua, de armonía, de be­lleza y de dicha, en el seno del cual reinará la paz entre los pueblos. El paradigma de responsabilidad-atracción-creación es uno de ellos.

Pensamiento creador

Cuando nos reconocemos como creadores, ya hemos men­cionado que favorecemos la identificación con el Ello. Eso nos permite en particular estar en contacto con su poder creador. Hemos observado que las personas que practican el principio de responsabilidad puedan llegar a atraer cons­cientemente ciertos acontecimientos o situaciones, atrayendo a la gente que les es favorable y generando incluso lo que parecen ser «milagros» en sus vidas. Tan fuerte es el poder del pensamiento creador.

La práctica del principio de responsabilidad-atracción-creación

Cuando desaparece la ansiedad, el miedo y el estrés, nace na¬turalmente un sentimiento de paz y de serenidad que provie¬nen de una mayor confianza en la vida, así como una alegría de vivir simple y directa, la que teníamos cuando nacimos y que hemos perdido luego. Pero esta vez, esta confianza se pasa en una mayor comprensión del mecanismo de la vida misma, y por eso somos mucho menos vulnerables. Sabemos ahora que una experiencia difícil o un infortunio no son una prueba de la absurdidad, de la injusticia o de la maldad de la vida (como lo habíamos registrado generalmente en nuestra conciencia de niño), sino como una etapa más difícil del viaje y una posibilidad para nosotros de progreso mayor. Sabemos que todo lo que nos sucede es pertinente.

Percepción y creación

Percepción y creación Cuando ninguna percepción se interponga entre Dios y Sus creaciones, o entre Sus Hijos y las suyas, el conocimiento de la creación no podrá sino continuar eternamente. Los reflejos que aceptas en el espejo de tu mente mientras estás en el tiempo o bien te acercan a la eternidad o bien te