El camino de la esperanza. Hemos hablado de la desesperanza que observamos en el mundo, la desesperanza que cae como un manto de estrellas sin luz sobre gran parte de la juventud, aquellos que son la esperanza del mundo.
Hoy pensaba o más bien recordaba, a las personas que han pasado por mi vida y qué pocas, realmente, se han quedado en ella. Podríamos verlas como chispas de luz que, en un momento determinado, iluminan nuestra alma, también nosotros la suya. No elegimos quienes vendrán, simplemente llegan a nuestro lado dejando una impronta, una […]
Casi todos nos sentimos muy solos y, cuanto más envejecemos, más solos nos sentimos y descubrimos nuestro propio vacío.