No hay nada externo a ti

No hay nada externo a ti Nada externo a ti puede hacerte temer o amar porque no hay nada externo a ti. Tanto el tiempo como la eternidad se encuen­tran en tu mente, y estarán en conflicto hasta que percibas el tiempo exclusivamente como un medio para recuperar la eterni­dad. No podrás hacer esto mientras

El mundo que veo no me ofrece nada que yo desee

El mundo que veo no me ofrece nada que yo desee El mundo que ves no te ofrece nada que puedas necesitar; nada que puedas usar en modo alguno; ni nada en absoluto que te pueda hacer feliz. Cree esto y te habrás ahorrado muchos años de miseria, incontables desengaños y esperanzas que se convierten en

Percepción de errores

Percepción de los errores La vigilancia que el ego ejerce en relación con los errores de otros egos no es la clase de vigilancia que el Espíritu Santo quiere que mantengas. Los egos critican basándose en el tipo de «lógica» de que son partidarios. Entienden esa clase de lógica porque para ellos tiene sentido. Para

Aceptación de la realidad

Aceptación de la realidad Tener miedo de la Voluntad de Dios es una de las creencias más extrañas que la mente humana jamás haya podido concebir. Esto no habría podido ocurrir a no ser que la mente hubiese estado ya tan profundamente dividida que le hubiese sido posible tener miedo de lo que ella misma

Libero al mundo de todo lo que jamás pensé que era

Libero al mundo de todo lo que jamás pensé que era   Libero al mundo de todo lo que jamás pensé que era, y en lugar de ello elijo mi propia realidad.   ¿Qué es lo que mantiene al mundo prisionero sino tus propias creencias? ¿Y qué puede salvar al mundo excepto tu propio Ser?