Gratitud

El concepto de responsabilidad nos permite disfrutar de una sensación casi permanente de gratitud. Esta sensación hacia nosotros mismos, hacia los otros y hacia el universo, es un sentimiento surgido directamente del Ello. Es un sentimien¬to que nos llena el corazón de dulzura y ternura.
Existe una ley que al parecer funciona de tal forma que cuanto más reconocimiento tenemos hacia los demás, más generosa es la vida con nosotros. Porque la gratitud, el reco¬nocimiento del corazón, nos pone en un estado vibratorio muy elevado que atrae automáticamente hacia nosotros las cosas en un nivel de calidad muy superior.

El servicio

El servicio es la vía regia que conduce hasta el Maestro, siempre y cuando se viva de forma correcta. No hay que olvidar que el ego puede apropiarse del servicio para sus propios fines, para guardar las apariencias y atraerse la admiración de personas buenas, por ejemplo, o para granjearse el afecto de los demás, o para desempeñar el papel de salvador, o de gran Maestro, o de mártir. Si no es por interés, el ego detesta el servicio. Al ego sólo le interesa lo que pueda llenar su propio vacío, su minúscula persona. El don de sí y el servicio a los demás no forman parte de sus circuitos. Sin embargo, el auténtico servicio es la vía regia.

Gratitud

En definitiva, cada vez que cambiamos los pensamientos racionales limitados por otros como respeto, sentido de lo sagrado y gratitud, aportamos una gran sanación al corazón y abrimos la puerta a un flujo de energía positiva que nos lanza directamente al campo del amor, de la abundancia y del gozo.

El amor es el camino que recorro con gratitud

El amor es el camino que recorro con gratitud Para aquellos que contemplan el mundo desde una perspectiva errónea, la gratitud es una lección muy difícil de aprender. Lo más que pueden hacer es considerar que su situación es mejor que la de los demás. Y tratan de contentarse porque hay otros que aparentemente sufren